Si el lunes eran los responsables de la Unión Regional de Cooperativas, URCACyL, los que suscribían el acta fundacional de la Interprofesional de la Patata de Castilla y León, ayer lo hacían los representantes de las organizaciones agrarias y de los almacenistas en origen, ASOPOCyL, con lo que se puede dar por constituida esta entidad a la espera de su inscripción en el Registro de Asociaciones para que sea trasladada a la Consejería de Agricultura y Ganadería. Así lo aseguraba Jesús Carrión, responsable de este sector en la Unión de Cooperativas durante la entrevista que Antonio Álvarez le realizaba para el programa de «El Campo» en Es Radio que hoy, 25 de mayo, se podrá escuchar íntegra a partir de las 19:00 horas.
Tras esta burocracia sólo restaría el respaldo del sector a través de un formulario que se les ha remitido junto con el Boletín de la Patata que periódicamente la Junta de Castilla y León envía a los 3.000 cultivadores de la región. Lo la cumplimentación de esa documento el agricultor «cede» su representatividad a las Organizaciones Agrarias y la Unión Regional de Cooperativas, que presentan una «candidatura única» dentro de la parte productora, para que cumpliendo la normativa al respecto este organismo pueda dar sus primeros pasos.
La citada Interprofesional de la Patata de Castilla y León nace con unos fines amplios, entre los que nos está fijar precios, apuntilla Carrión, como se recoge en el artículo 8 de los Estatutos de la misma que van desde buscar la transparencia de los mercados, al desarrollo de programas de investigación y desarrollo de recursos fitogenéticos, el impulso a la producción ecológica, la integrada en el sector o el desarrollo de marcas y sellos de calidad para la patata castellanoleonesa, el fomento de métodos para racional el uso de los distintos factores de producción, la puesta en marcha de campaña de promoción del consumo de este tubérculo o la elaboración y actualización de los contratos tipos; así como la orientación de la producción «hacia las necesidades del mercado y las demandas de los consumidores».
Un primer paso importante para regular un sector que ha vivido crisis cíclicas, en gran medida, como consecuencia de la falta de organización del mismo.
