“La sociedad está cada vez más preocupada por el bienestar animal y exige un tratamiento ético a los animales, sean de compañía o de producción. Por ello, los veterinarios debemos fomentar nuestra formación en este ámbito, desde un criterio científico, como únicos facultativos competentes en la materia”, señalaba ayer, 21 de septiembre, el presidente de la Organización Colegial Veterinaria (OCV), Luis Alberto Calvo, durante la inauguración del II Congreso Internacional de Sanidad y Bienestar Animal que se celebra en Córdoba hasta el próximo sábado.
Calvo destacaba que la sanidad de los animales forma parte de su bienestar, “que atañe a condiciones de vida y sacrificio, y se enfrenta a retos en constante evolución a los que desde la profesión veterinaria hemos de aportar soluciones innovadoras, en un mundo globalizado con un creciente riesgo de pandemias, que reafirma la estrecha relación entre salud humana, animal y medio ambiente”.
En este sentido, el presidente del órgano colegial de los 36.000 veterinarios españoles reiteró la necesidad de apostar por un nuevo modelo de salud pública basado en la prevención, “en un momento en el que la ciudadanía nos mira con interés. Tenemos que dar un paso, para dejar de ser invisibles y este congreso es por tanto útil para la propia ciencia veterinaria y también para la sociedad”.
El congreso, que reúne en esta capital andaluza a cerca de 200 veterinarios y veterinarias, es seguido también desde México, Perú, Uruguay, Costa Rica y Colombia, “ya que es un foro de debate que aborda una amplia variedad de temas de nuestra profesión, en un maraco tan distinguido como el Rectorado, antigua Facultad de Veterinaria”.
Enfermedades emergentes
El acto inaugural contó con la presencia del presidente del Colegio de Veterinarios de Córdoba, José María de Torres, quien se refirió al programa científico del Congreso y al nivel de los ponentes, “en un momento y en una comunidad en la que estamos muy pendientes de patologías como la enfermedad hemorrágica epizoótica, la lengua azul, virus del Nilo o la viruela ovina y caprina, de máxima actualidad”.
Por su parte, la teniente alcalde de Cultura y presidenta de la sociedad Saneamientos de Córdoba (Sadeco), Isabel Albás, recordó que Córdoba, ciudad cuatro veces patrimonio de la Humanidad, “es también un referente en la gestión correcta de colonias felinas gracias a la colaboración de veterinarios y voluntarios, para lograr una convivencia ordenada, y en adopción”. Además, puso en valor la gastronomía local tan ligada a los recursos naturales de la provincia.
El secretario general de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca, Manuel Gómez Galera, hizo especial hincapié en la estrecha relación de la Administración autonómica con los veterinarios, “sobre todo en momentos como éste, en temas que van desde las zoonosis que nos azotan hasta las alegaciones presentadas a la Ley de Protección Animal”, e insistió en que la agricultura y la ganadería son actividades económicas que deben tener “buenos resultados”. Con anterioridad, tomó la palabra el vicerrector de Emprendimiento y Empleabilidad de la Universidad de Córdoba, Antonio Arenas.
El congreso siguió con la ponencia de Carlos Buxadé, catedrático de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de la Universidad Politécnica de Madrid, quien analizó el bienestar animal desde el punto de vista de la producción, además de recordar que toda empresa subsiste si da beneficios y también la ganadería, “que está sujeta a diversos factores”.
Vicente Rodríguez Estévez, profesor de la Universidad de Córdoba y especialista en porcino, centró su conferencia en lo que ha enseñado el cerdo ibérico en materia de bienestar animal, en términos de alimentación, manejo y cuidados. En este sentido, aportó numerosos datos relativos a los hábitos del cerdo en la dehesa frente al estabulado, y precisó que son los ganaderos los primeros interesados en el bienestar animal, “frente a posturas que obedecen más a opiniones personales e impresiones”.