La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León, a través del Itacyl, ha publicado la licitación de las obras del ‘Proyecto de modernización de los regadíos de la zona regable de Llamas de La Ribera (León)’, por importe de 14,7 millones de euros y con un plazo de ejecución previsto de 24 meses.
Con esta actuación se pretende el cambio del sistema de riego por gravedad actual, por un riego con presión mediante la instalación de un sistema de bombeo y regulación, y la ejecución de la red de distribución de agua con tomas o hidrantes en parcela. Para ello también ha sido necesaria la realización de una nueva concentración parcelaria en consonancia con lo establecido en la Ley Agraria de Castilla y León.
Contenido de las obras
Las obras previstas tienen entre sus elementos más significativos la construcción de la balsa de regulación, la balsa de riego, la estación de bombeo, la instalación de la red de riego y de un sistema de telecontrol que permite un uso eficiente del agua.
También se instalará un parque fotovoltaico para suministrar energía eléctrica a la estación elevadora, lo que dotará de independencia energética a los regantes. Estas actuaciones irán acompañadas de las correspondientes mejoras en las infraestructuras rurales como son la reparación de caminos y obras de corrección del medio natural.
Zona regable
La zona regable de Llamas de la Ribera se encuentra en la ribera del Órbigo, al noroeste de León, y comprende 878 hectáreas. Está administrada por la Comunidad de Regantes de Llamas de la Ribera y Presa Camperón (338 hectáreas); la Comunidad de Regantes de Presa Forera, Canillas y Llacín (421 hectáreas); y la Comunidad de Regantes del Canal de Carrizo (119 hectáreas).
Esta actuación se realiza en aplicación del convenio de colaboración entre el Itacyl y las citadas comunidades de regantes, para la ejecución y financiación de las obras de modernización y consolidación del regadío de la zona regable de Llamas de la Ribera, por el que se establece que las obras serán ejecutadas completamente por la Junta, que financiará el 71% de la inversión, correspondiendo a las comunidades de regantes el pago del 29% restante. La Administración autonómica también realizará la dirección de las obras y la coordinación de seguridad y salud.
La modernización de regadíos supone una reducción media del agua usada del 20%, este ahorro implica una mayor eficiencia de distribución y aplicación permitiendo introducir nuevos cultivos, lo que aumenta la competitividad de las explotaciones. A la optimización económica se suman las mejoras sociales de las modernizaciones, ya que las zonas modernizadas cuentan con un número de incorporación de jóvenes a la actividad agraria un 80% superior respecto a zonas no modernizadas.