En 2023, la producción mundial de vino, excluyendo jugos y mostos, se estimó en 237 millones de hectolitros (mhl), experimentando una caída significativa de casi 25 mhl, lo que representa un descenso del 9.6% en comparación con el año anterior.
Este, según los datos aportados desde la Organización Internacional del Vino, año marca uno de los descensos más notables en la historia reciente, con un volumen que no se había visto tan bajo desde 1961, cuando se registraron 214 mhl. Esta alarmante disminución se debe a una serie de eventos climáticos adversos que incluyen heladas tempranas, lluvias intensas y sequías, así como enfermedades fúngicas generalizadas que afectaron gravemente los volúmenes de cosecha en las principales regiones vinícolas tanto del hemisferio norte como del sur.
Análisis regional: Impacto en los principales países productores de vino
Europa bajo presión: fluctuaciones drásticas en la producción
En la Unión Europea, la producción vinificada en 2023 se estimó en 144.5 mhl, lo que representa una disminución pronunciada del 10.6% en comparación con 2022. Esta cifra es la segunda más baja desde el comienzo del siglo, solo superada por la producción de 2017, que fue de 141 mhl. A nivel de país, el panorama es variado y refleja las distintas condiciones climáticas experimentadas en las principales regiones vinícolas durante la temporada de crecimiento de 2023.
Francia: resiliencia ante la adversidad
Francia, el líder mundial en producción de vino en 2023, alcanzó un volumen estimado de 48 mhl, lo que representa el 20% del total global. Esta cifra no solo es un 4.4% superior a la de 2022, sino que también supera el promedio de los últimos cinco años en un 8.3%.
Italia y España: una lucha contra el clima
Por otro lado, Italia, el segundo mayor productor de vino a nivel mundial, enfrentó niveles de producción históricamente bajos en 2023, con una notable disminución del 23.2%, sumando un total de 38.3 mhl. España también experimentó una notable caída, alcanzando su producción más baja desde 1995, con un volumen estimado de 28.3 mhl, un 20.8% menos que en 2022 y un 25.7% por debajo del promedio de los últimos cinco años.
Desafíos fuera de la UE: Rusia, China y EE. UU.
Rusia informó un nivel de producción de 4.5 mhl en 2023, en línea con su promedio de los últimos cinco años, pero un 10% menos que el gran volumen de producción de 2022. En Asia, China, el mayor productor de vino de la región, vio una reducción del 33% en comparación con el año anterior, con un volumen estimado en 2023 de 3.2 mhl. En Estados Unidos, la producción de vino en 2023 se estimó en 24.3 mhl, un nivel un 8.5% superior al de 2022 y en línea con su promedio de cinco años, favorecido por temperaturas frescas y fuertes lluvias invernales en las regiones de Napa y Sonoma.
Situación en el Hemisferio Sur: Crisis con Un descenso preocupante
Después de dos volúmenes de producción grandes en 2021 y 2022, el Hemisferio Sur experimentó una notable disminución en la producción de vino en 2023, totalizando 47 mhl, lo que marca una disminución del 15.4% desde 2022 y un descenso del 13.2% desde el promedio de los últimos cinco años. Esto representa el nivel de producción más bajo desde 2003.
Brasil y Sudáfrica: contrastes climáticos
Brasil experimentó un aumento en su producción de vino con un total de 3.6 mhl, lo cual no solo es un 12.1% más que el año anterior, sino también un 31.4% por encima de su promedio de los últimos cinco años. En contraste, la producción de vino de Sudáfrica en 2023 se estima en 9.3 mhl, una disminución del 10.0% comparado con su nivel de 2022.
Conclusión: Un futuro incierto
El sector vitivinícola global enfrenta desafíos sin precedentes debido a la volatilidad del clima, lo que requiere una adaptación y resiliencia innovadora por parte de los productores. La variabilidad en la producción observada en 2023 subraya la necesidad urgente de estrategias de manejo y técnicas avanzadas para proteger contra los efectos adversos del cambio climático.
