143 solicitudes de toda Castilla y León ha recogido la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural dentro del plazo de presentación para el Plan de Balsas.
El citado Plan es uno de los ejes fundamentales sobre los que pivota la batalla contra la sequía que se ha planteado la cartera que dirige Gerardo Dueñas.
Con este tipo de medidas se trata, fundamentalmente, de apoyar a sectores como el de la ganadería extensiva que se encuentra en una compleja situación en los últimos años y que son claves en el desarrollo de la economía rural de Castilla y León.
Un Horizonte Hidráulico Renovado: El Plan de Balsas de Castilla y León
Una Visión para el Futuro
El Plan de Balsas, dotado de un presupuesto de 5 millones de euros distribuidos en tres años, representa
un ambicioso esfuerzo por parte de la Junta de Castilla y León para fortalecer las infraestructuras hídricas en los municipios más afectados por la escasez de agua. Con una asignación inicial de un millón de euros para 2024, el proyecto tiene como objetivo la construcción de 50 balsas, con una capacidad máxima de 25.000 metros cúbicos cada una, hasta 2026, diseñadas para acumular agua durante el invierno y distribuirla eficazmente en los meses de verano.
Las características técnicas de las balsas que buscan almacenar agua, fundamentalmente de invierno, para aprovecharla en verano es una altura de cimientos inferior a 5 metros y la capacidad máxima antes referida de 25.000 m3. Estarán construidos con materiales sueltos, con revegetación de los taludes exteriores e impermeabilizados, siempre buscando minimizar el impacto ambiental y su integración paisajística, llevando a cabo un uso eficiente del agua.
Impacto y Beneficios Multiplicadores
Las provincias de Salamanca, Zamora y Ávila, caracterizadas por sus extensivas prácticas ganaderas, son
las principales beneficiarias de este proyecto. Las balsas no solo mejorarán la eficiencia del uso del agua para animales y pastos, sino que también reforzarán las capacidades de extinción de incendios, contribuyendo significativamente a la prevención de desastres naturales.
Además, el Plan de Balsas de Castilla y León se perfila como un catalizador para la dinamización económica local, la generación de empleo y la fijación de población en el medio rural, aspectos cruciales para el desarrollo sostenible y la cohesión territorial.
El Proceso Hacia la Realización
Un Camino Hacia la Sostenibilidad Hídrica
Tras el cierre del plazo de solicitudes, la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural ha iniciado un meticuloso proceso de subsanación de errores en la documentación presentada, seguido de un detallado estudio de viabilidad de las ubicaciones propuestas. Este análisis permitirá priorizar las solicitudes en función de criterios clave como la dificultad de acceso al agua en verano, el censo ganadero, la superficie de pastos y áreas forestales, y el beneficio compartido entre múltiples ayuntamientos.
Desafíos y Oportunidades
A pesar del optimismo que rodea al Plan de Balsas, no están exentos los desafíos. La rigurosa evaluación de la viabilidad técnica y ambiental de las propuestas, la optimización de recursos y la coordinación interinstitucional serán cruciales para el éxito del proyecto. Sin embargo, la iniciativa abre un camino prometedor hacia la resiliencia hídrica, crucial en un contexto de cambio climático y variabilidad hidrológica creciente.
La iniciativa del Plan de Balsas por parte de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de Castilla y León busca abordar desafíos ambientales complejos y fomentar el desarrollo rural. Al proporcionar soluciones sostenibles para la gestión del agua, este proyecto no solo garantiza la seguridad hídrica para la ganadería extensiva, sino que también refuerza los pilares de la economía rural y la protección ambiental.