Los agricultores de Burgos claman contra la mala gestión de CHD ante una cosecha perdida

Agronews Castilla y León

17 de agosto de 2017

regadio

Si la cosecha de cereal se ha calificado de catastrófica, el regadío no está corriendo mejor suerte. Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) ha decretado la prohibición de riego en Arlanza, Pisuerga y Carrión, dejando tirados a un buen número de agricultores de la provincia burgalesa, y pérdidas considerables en cosechas de patata, remolacha, alfalfa o huerta. Y todo por una mala gestión del agua, a juicio de la Unión de Campesinos de Castilla y León UCCL, organización que considera que los cortes de agua se podrían haber evitado.

UCCL insiste en que una mejor regulación del agua habría salvado algunos cultivos

En la cuenca del Arlanza, la CHD prohibió los riegos el pasado 5 de agosto, y aunque los agricultores de la zona están acostumbrados a quedarse sin agua, a sufrir de manera más acentuada lo problemas de sequía, la situación no es por ello menos “preocupante”. Dositeo Martín, responsable de UCCL en Burgos, ha insistido en que “las cosas no se han hecho bien” para salvar algunas producciones, pues en muchos casos el corte definitivo ha impedido que se completen ciclos de producción, y en este caso se perderá prácticamente toda la cosecha.

A juicio de Martín, la alternativa había sido ir ahorrando agua para mantener los riegos hasta concluir todos los ciclos, pues algunos cultivos habrían podido resistir con menos agua. Por ejemplo, la patata se saca entre finales de agosto y septiembre; ahora ya no tiene agua y si los riegos se hubiesen mantenido, aunque más regulados, se habría salvado. Lo que más va a sufrir será la remolacha, con pérdidas del 60 o 70 por ciento, ha apuntado Jesús Manuel González Palacín, secretario general de UCCL Castilla y León.

Pérdidas del 100%

González Palacín conoce de cerca el regadío, en este caso, del Pisuerga, en cuya cuenca se acaba de decretar el fin de las campañas de riego. Afirma que las pérdidas en el sector pueden ser del 50 por ciento, del 70 por ciento o del 100 por cien, dependiendo del cultivo, pues el maíz o la huerta no van a poder acabar los ciclos, y eso supone pérdidas de casi el total de la producción. Como Martín, el responsable regional considera que esta situación “se podría haber evitado”, pues el Pisuerga ha llevado mucha agua en los últimos meses.

Los cultivos que no completen ciclo están perdidos

Se acusa a la Confederación de una “mala planificación”, pues se debería haber reservado agua cuando la había, en previsión de lo que finalmente ha ocurrido, una gran sequía. Igualmente, González Palacín aboga por un reparto equitativo del agua. Los regadíos menos modernizados utilizan demasiada agua, mientras que al resto la Junta de Castilla y León “les cuenta hasta la última gota”, y cuando llegan los cortes, afectan por igual a los que saben gestionar el agua que a los que la derrochan.

Dositeo Martín insiste en que la situación es “dura y lamentable”. En la comarca del Arlanza la cosecha del cereal ha pasado de los 4.000 kilos/hectárea a poco más de 400, en el caso del trigo, y a poco más de 700 si hablamo de cebada, y el regadío no compensará esas pérdidas. Además, el cultivo de regadío tiene costes de producción más alto, así que los perjuicios para el agricultor serán mayores. Y, a todo esto, sigue sin llover, así que no se ha podido paliar la situación, ni antes ni ahora, con agua natural. 2017 será un año catastrófico para el campo, ha afirmado Martín.

Patricia Carro – www.burgosconecta.es



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