La provincia de León ha experimentado un aumento significativo y preocupante en el número de ataques de lobos a la ganadería, revelan datos proporcionados por la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) y la consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Castilla y León. Este fenómeno, que ha visto un crecimiento del 87% en los ataques, pasando de 177 incidentes en 2019 a 331 en 2023, supera ampliamente el promedio de crecimiento en Castilla y León, donde los ataques aumentaron en un 40,5%.
Un vistazo a las cifras de los ataques de lobo
El número de cabezas de ganado afectadas ha seguido una trayectoria similar, con un aumento del 75,4% en el mismo periodo. En 2019, se registraron 264 cabezas siniestradas, cifra que ascendió a 463 en 2023. Los equinos, siendo la especie más expuesta y vulnerable por pasar más tiempo en el campo y por su menor capacidad de defensa en comparación con el ganado vacuno, han sido los más afectados.
Causas detrás del aumento
La expansión de los censos de estos depredadores, atribuida a una mayor protección legal que eliminó su estatus de especie regulada y la falta de un control poblacional efectivo, se señala como la principal causa detrás de este incremento. La organización agraria mayoritaria en la provincia advierte que sin un manejo adecuado de la población de lobos, la actividad ganadera podría enfrentarse a un riesgo significativo.
La compensación por daños no es suficiente
A pesar de las medidas compensatorias establecidas por la Orden MAV/475/2023, que incluyen
indemnizaciones por daños emergentes, lucro cesante, gastos veterinarios, y bonificaciones por adoptar medidas preventivas, ASAJA sostiene que estas acciones son insuficientes. La organización agraria resalta la necesidad de un control efectivo de la población de lobos, apuntando también a los problemas asociados con la falta de pruebas en muchos casos de ataques y las demoras en los pagos de indemnizaciones.
La perspectiva de ASAJA León
Para ASAJA, la solución al problema trasciende la mera compensación económica. La asociación aboga por un enfoque más integral que incluya un control poblacional efectivo de los lobos, asegurando así la sostenibilidad de la actividad ganadera. La organización recalca la importancia de una gestión equilibrada que concilie la conservación de la biodiversidad con la protección de los medios de vida rurales.
Hacia un futuro sostenible
El desafío que enfrenta la provincia leonesa es complejo y multifacético, implicando la necesidad de un enfoque holístico que equilibre la conservación de la vida silvestre con la viabilidad de la ganadería. La situación demanda una colaboración estrecha entre los agricultores, las autoridades locales y regionales, y los expertos en conservación, para desarrollar estrategias que permitan coexistir de manera sostenible tanto a los lobos como a la actividad ganadera.
El aumento dramático en los ataques de estos depredadores a la ganadería en la provincia leonesa es un llamado a la acción. Requiere una respuesta coordinada que no solo aborde las compensaciones por los daños, sino que también implemente estrategias de gestión de la vida silvestre que garanticen la coexistencia armónica de todas las especies involucradas.
Los ataques de lobos al ganado en la provincia de León han experimentado un notable incremento, generando preocupación entre los ganaderos de la región. Este fenómeno, casi duplicado en cinco años, resalta el desafío de equilibrar la conservación de especies protegidas con las necesidades de la actividad ganadera local.
La creciente presencia de estos animales, resultado de políticas de protección y la falta de control poblacional, ha llevado a un aumento de los incidentes, afectando principalmente a equinos, por su mayor tiempo en el campo y menor capacidad de defensa. La situación demanda soluciones que armonicen la biodiversidad con el sustento rural.
