El portavoz de la Comisión de Seguimiento de las obras de la presa de Castrovido, Dositeo Martín, confía en que “en 2018” esté operativa esta infraestructura que construye FCC y que financia la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD). Ese es el plazo que el presidente del organismo de cuenca, José Valín, le ha dado a la plataforma en un reciente encuentro. Las actuaciones están “al 50%”, recuerda Martín, y se centran en exclusiva “en la construcción del muro de la presa”.
El portavoz ha explicado que es la “tarea más costosa”, tanto en presupuesto como en tiempo. Y ha apuntado que “existe partida presupuestaria” para acometer desde ahora y hasta el final “lo que queda de obra, porque hay que tener en cuenta que ha estado dos años parada”. Los trabajos de construcción del muro “se reanudaron hace poco más de un mes”, ha asegurado Martín, y se prolongarán “hasta pasado el mes de octubre”. Y es que para que el hormigón cuaje y se asiente es necesario que se alcance una determinada temperatura que no puede estar por debajo de los 10º centígrados.
A esto se une que tras la puesta en marcha temporal en el mes de mayo, hubo que detener de nuevo la obra cuando un juez ordenó modificar el transporte del hormigón en el blondín ya que por seguridad no podía atravesar una zona en la que estaban trabajando los obreros. Antes ya estuvo detenida la obra como consecuencia del accidente mortal de octubre de 2011.
Presa de cola
FCC se encarga de los trabajos civiles. Santi Otero
Martín ha explicado que ya están“terminadas las obras de la presa de cola y muchas de las actuaciones complementarias” del río, más allá del proyecto de embalse propiamente dicho. Así, cerca de Palacios de la Sierra ya está toda la inversión y la obra realizada. La presa de cola, además de servir de lugar de recreo para los vecinos, ha propiciado una restauración del paraje de Los Vados, lugar del que se ha extraído la grava para fabricar el hormigón con el que hacer la pared de la presa.
Actuaciones complementarias
En cuanto a las obras complementarias, la CHD ha iniciado una actuación en la orilla izquierda del río Arlanza, cerca de Lerma; una obra de adecuación que se ejecutará a lo largo de este año y principios del que viene, y que tendrá un coste de “alrededor de un millón de euros”, recordaba Valín en una conferencia que impartió en abril la Villa Ducal. Ahora bien, están sujetas a la “las disponibilidades económicas del momento”. Unos trabajos que se llevarán a cabo en un tramo de 700 y que deberán estar acabados a finales de año o principios del próximo.
La CHD ha invertido en los últimos años 400.000 euros en las obras complementarias en la cuenca media del río. En la actualidad, el Ministerio de Medio Ambiente tiene “otras prioridades”, confesaba entonces el presidente del organismo de cuenca. La más importante para realizar las inversiones “es la de la calidad de las aguas”. Y en ello está empeñada. Una de ellas es “la ampliación de la depuradora de Burgos”. Una obra según Valín, en la que “se van a invertir 50 millones de euros”, apuntaba entonces.
Las localidades afectadas por estas medidas complementarias han sido Salas de los Infantes, Covarrubias, Ruyales del Agua, Lerma, Cascajares de la Sierra, Puentedura, Tordueles, Quintanilla del Agua, Tordómar, Villahoz, Peral de Arlanza y Palenzuela. Excepto la reseñada de Lerma en el cauce del río, las demás obras finalizaron en octubre de 2010.
Los objetivos principales de estas actuaciones eran aumentar la capacidad de desagüe del cauce del río Arlanza en aguas bajas, minimizar las afecciones debidas a inundaciones por avenidas, aumentar la protección frente a avenidas extraordinarias y proteger núcleos urbanos y servicios. Estas actuaciones buscaban recuperar el funcionamiento natural del río, con técnicas respetuosas con el entorno, y consisten en limpieza selectiva de la cubierta vegetal, retirada de depósitos, apertura y regularización de cauces, pequeñas protecciones en las márgenes, y restauración mediante la plantación de especies autóctonas.
La presa resolverá los problemas de avenidas del Arlanza. Santi Otero
Características técnicas de la presa
La presa de Castrovido en el río Arlanza se proyectó para cumplir la doble función deregular el río para la eliminación de avenidas y para garantizar los caudales necesarios para el abastecimiento urbano, el regadío de 6.000 hectáreas y de forma que se pueda mantener un caudal mínimo ecológico aguas abajo del embalse. Afecta a los términos municipales de Salas de los Infantes, Monasterio de la Sierra, Castrillo de la Reina, Moncalvillo y Palacios de la Sierra.
La solución técnica elegida responde a la tipología de presa de gravedad con planta recta con una capacidad de embalse a cota máxima de explotación de 44,13 hectómetros cúbicos . El nivel máximo normal se ubica a la cota 1.032 metros de altitud. Están proyectan dos aliviaderos, uno inferior de funcionamiento en carga con el umbral a la cota 1.032 y con su máxima capacidad hidráulica limitada a 30 metros cúbicos por segundo con el objeto de proteger a la población de Salas de los Infantes frente a inundaciones; y otro superior que permite el control de los máximos niveles de carga asociados al paso de las avenidas mayores.
Sin color político
El presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero está “convencido” de que Castrovido entrará en servicio en “el año 2018” y que “nadie va a truncar las expectativas de la comarca del Arlanza. Lo dicho por Dositeo Martín queda corroborado por el presidente José Valín quien ha augurado que la presa de Castrovido se “terminará en 2017”, se procederá al llenado “en 2018, con las correspondientes pruebas”, e inmediatamente entrará en servicio. Es más, ningún color político, ideología o sensibilidad “podrá truncar las expectativas” de una comarca que lleva muchos años esperando que la presa se termine.
Apuntaba que la obra se lleva a cabo “sin pausa y sin paralizaciones”. Y es que la última, con motivo de la muerte de cuatro trabajadores, ha supuesto un nuevo retraso que se suma a las otras paradas por motivos climatológicos. Valín recuerda que los continuos cambios en el proyecto provocaron que hasta el año 2010 no se empezara a hormigonar el muro y los achaca a “una voluntad política”, en clara alusión a los modificados del proyecto y los sucesivos cambios de los dos gobiernos de Rodríguez Zapatero.
Patricia Carro – www.burgosconecta.es
