Hoy, 27 de junio, en una rueda de prensa celebrada en Santiago de Compostela el Sindicato Labrego Galego, SLG, ha llamado a los ganaderos a movilizarse la semana que viene ante la dejadez de las Administraciones y la actitud de industrias como Leche Río o Leitigal que ya han anunciado a algunos ganaderos que a partir del 1 de julio deja de recogerles la leche.
Desde el SLG se ha denunciado como ayer, 26 de junio, Leche Río anunció sin previo aviso, a 22 explotaciones que les iban a dejar de recoger la leche por no cumplir con el nivel requerido de la grasa mientras que otras muchas a las que las muchas a las que les recogen la producción cada dos días, es probable que no se les haya comunicado todavía la misma decisión. Hoy mismo, mientras que la secretaria general del Sindicato Labrego Gallego, Isabel Vilalba Seivane ofrecía la citada una rueda de prensa para valorar este problema, la empresa Leitigal notificaba a otras explotaciones la misma decisión.
Los máximos responsables de la citada organización agraria han destacado la situación que vive el sector gallego cobran la leche a 0,28-0,26 euros de promedio, con muchas percibiendo 0,18, mientras en otras comunidades autónomas como Andalucía lo hacen a 0,34-0,36 euros y se las pide que incrementen su producción.
Para la secretaria general de SLG, Isabel Vilalba, «vivimos el desmantelamiento del sector de la leche y de la deslocalización de la producción láctea gallega hacia otras áreas de España donde está el grueso del consumo, como es la franja mediterránea. Y lo peor de todo no es la crisis del fondo de sí mismo, sino el sentimiento de impotencia absoluta y huérfanos que sufren nuestras explotaciones.»
A continuación expuso un caso de esa situación de abandono que siente muchos ganaderos que no pueden denunciar las prácticas abusivas de la industria. En la mayoría de los contratos, la entidad mediadora es la cámara provincial de comercio. Así, si un ganaderos que entrega a Leche Río comprueba como la industria le deja de recoger la leche con la peregrina excusa del nivel de grasa, este tendría que ir a la Cámara de Comercio de Lugo, actualmente en concurso de acreedores, pagar una cuota mínima de 800 euros suministrar fondos por un importe de 3.500 euros y conseguir un litigio que puede durar años. La otra opción sería la de informar a la Agencia de Información y Control de Alimentos (AICA), pero de esta manera, en el mejor de los casos la industria sería sancionado, la explotación no recuperaría el dinero perdido y al final, la empresa terminaría reflejando la multa en los precios de las propias explotaciones reduciéndole, para equilibrar sus márgenes de beneficio.
Ante esta situación y la dejadez demostrada por la propia Xunta de Galicia, el Sindicato Labrego Galego convocará movilizaciones la semana que viene, en la que espera contar con el apoyo del resto de organizaciones agrarias así como de las cooperativas «ante esta situación de emergencia».
