En una demostración de unidad y solidaridad, agricultores, vecinos y el ayuntamiento de Tordesillas se congregaron el lunes en la Plaza Mayor para expresar su profundo descontento con las políticas que afectan al sector agrícola. Un grupo de tractores, símbolos de la vitalidad del campo, ocupó el epicentro de la localidad, continuando con las protestas que se han extendido por toda la provincia y otras regiones de Europa.
Los agricultores, protagonistas de esta movilización, levantaron una bandera de España y una pancarta con el lema «Sin campo no hay vida». La Plaza Mayor se convirtió en un espacio de expresión donde las preocupaciones sobre la Política Agrícola Común (PAC) agroambiental, la carga burocrática, la Agenda 2030 y los elevados precios de fitosanitarios y gasóleo agrícola resonaron fuertemente.
Agricultores en defensa del campo
Esta acción se suma a las movilizaciones que han tenido lugar en los últimos días en toda la provincia y resuena con la concentración del viernes pasado, que congregó a más de setenta tractores en Tordesillas. El alcalde, Miguel Ángel Oliveira, subrayó que la Plaza Mayor fue el escenario de esta protesta a solicitud directa de los agricultores y la comunidad, quienes buscan defender sus derechos.
Oliveira destacó el apoyo total del ayuntamiento y la población al sector agrícola, considerándolo un pilar esencial para la vida en Tordesillas y en toda España. Hizo hincapié en la importancia de respaldar a los ganaderos y agricultores, reconociendo que la Villa del Tratado siempre ha sido un lugar de encuentro para diversas reivindicaciones.
El alcalde recordó ejemplos previos de solidaridad, desde la equiparación salarial para la guardia civil y la policía nacional hasta la recepción de mineros, hosteleros y defensores de los derechos de la mujer. En esta ocasión, el campo no fue la excepción, y Oliveira expresó el compromiso de Tordesillas con los agricultores y ganaderos.
Rubén Díez Berceruelo, uno de los afectados, enfatizó la necesidad de mantener la presión debido a las regulaciones que afectan negativamente sus actividades. Señaló que las normativas actuales los asfixian y obstaculizan su trabajo, expresando la voluntad de continuar trabajando para mantener las explotaciones que sustentan a sus familias y asegurar un futuro para las generaciones venideras.
El condicionante de la nueva PAC fue resaltado por Díez Berceruelo, quien indicó que estas normativas limitan la rentabilidad de las explotaciones, dictando qué se puede cultivar, cómo hacerlo y cuándo. Este exceso de regulaciones se percibe como un obstáculo significativo, y los agricultores de Tordesillas planean unirse a las protestas y concentraciones programadas para esta semana en Valladolid.
Durante la concentración en la Plaza Mayor, la pancarta con el lema «Sin el campo no hay vida» se alzó como un símbolo de la importancia del sector agrícola. El eslogan fue respaldado por el sonido de los tractores y los gritos de «¡Viva el campo!». La festividad de las Águedas se sumó a la movilización, demostrando su apoyo al sector primario.
La presencia de destacados representantes políticos, como el diputado provincial y concejal Javier González, junto con varios concejales locales, evidenció el respaldo institucional a la causa. El evento contó con la participación activa de un gran número de vecinos, subrayando la importancia y el alcance de la protesta en Tordesillas.
El diputado provincial y concejal Javier González, al estar presente en la concentración, expresó su apoyo a las demandas de los agricultores. Destacó la importancia de escuchar y entender las preocupaciones del sector agrícola, subrayando la necesidad de trabajar conjuntamente para encontrar soluciones que beneficien a todos. La presencia de representantes políticos demuestra el compromiso de abordar las inquietudes planteadas por los agricultores y abogar por políticas que promuevan la sostenibilidad y el bienestar del sector.
La participación activa de las Águedas, en plena festividad, evidenció la solidaridad comunitaria en torno al campo. Mujeres vestidas con atuendos tradicionales se unieron a la manifestación, simbolizando la importancia del trabajo agrícola en la vida diaria y su papel central en la comunidad. La unión de diferentes sectores de la sociedad refleja la necesidad de un enfoque colectivo para abordar los desafíos que enfrenta el campo.
Este episodio en Tordesillas subraya la relevancia del diálogo entre los agricultores, las autoridades locales y la sociedad en general. La Plaza Mayor se convirtió en un espacio de expresión donde las voces de los agricultores resonaron, pero también se convirtió en un lugar de encuentro donde la comunidad se unió para respaldar un sector vital para la economía y la identidad local. El compromiso continuo de todas las partes es esencial para encontrar soluciones equitativas y sostenibles que preserven la vida rural y el legado agrícola en Tordesillas y más allá.
