
Optimismo sobre el consumo de abono a nivel mundial. Ésta es una de las principales conclusiones que se pueden obtener del reciente informe de Rabobank donde asegura que 2023 parece ser un año mucho más tranquilo que 2022 para el mercado de fertilizantes.
ABONO Y 2024
Quedan algunos restos de las complicaciones del año pasado, pero nuestros modelos indican una recuperación en el uso global de fertilizantes en 2023 de alrededor del 3%, en comparación con la caída del 7% en 2022.
Para 2024, el análisis inicial de la consultora holandesa sugiere un aumento en el uso de fertilizantes cercano al 5%. Estas cifras se alinean con una de las herramientas que Rabobank emplea en sus informes , el Índice de Asequibilidad, que muestra condiciones mucho mejores para la compra de fertilizantes que hace un año.
Los principales nutrientes enfrentarán sus desafíos naturales en el mercado mundial del abono. El mercado del nitrógeno, por ejemplo, lucha contra la menor demanda de los productores de maíz y trigo. Al mismo tiempo, el invierno se acerca en Europa, lo que genera más incertidumbre en el mercado del gas natural y la consiguiente incertidumbre en el coste de producción de los fertilizantes nitrogenados.
Los mercados de cereales y oleaginosas también enfrentan algunas incertidumbres, con El Niño a las puertas después de algunas buenas cosechas en Brasil y Estados Unidos. Por el contrario, las perspectivas para la potasa y los fosfatos son mejores, ya que el mercado de la potasa atraviesa un período de oferta abundante y el mercado de fosfatos también está aumentando con el regreso de las exportaciones chinas de MAP/DAP.