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La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) de Andalucía ha puesto de manifiesto una preocupante situación que afecta directamente al sector agrario de la región, especialmente en la provincia de Huelva, conocida por su rica producción de frutos rojos. Según Eduardo López, secretario de Organización de COAG Andalucía, existe un «entramado de empresas», principalmente españolas y francesas, que están comprometiendo la integridad del sector mediante prácticas de reetiquetado fraudulentas.
Un tejido productivo en peligro
La denuncia destaca cómo este conglomerado de empresas, respaldado en ocasiones por fondos de inversión y cadenas de distribución, está reetiquetando productos importados de Marruecos como si fueran originarios de Huelva. Esta práctica no solo amenaza la identidad y reputación de la producción local de frutos rojos, sino que también pone en peligro la economía de una provincia donde la tierra está notablemente distribuida entre pequeñas explotaciones familiares.
Fondos públicos, prácticas cuestionables para COAG Andalucía
Lo que agrava aún más la situación es el hecho de que estas empresas reciben apoyo financiero de diversas instituciones públicas, incluyendo fondos de la Unión Europea, el Gobierno Español y la Junta de Andalucía. A pesar de esta inyección de capital, destinada teóricamente a fomentar el desarrollo económico regional, estas entidades mantienen operaciones en Marruecos y aprovechan las debilidades del sistema fronterizo para introducir productos extranjeros en el mercado local como si fueran andaluces.
El riesgo para la salud pública
El ejemplo más alarmante de estas prácticas fue el caso de las fresas contaminadas con hepatitis A, importadas de Marruecos a través del puerto de Algeciras. Este incidente no solo reveló la presencia de sustancias prohibidas en los productos agrícolas importados, sino que también evidenció los riesgos significativos para la salud pública que estas prácticas fraudulentas pueden ocasionar.
Llamado a la acción: Más control y transparencia
Ante esta realidad, COAG Andalucía y sus dirigentes han exigido a las autoridades un refuerzo en las medidas de inspección y control. A pesar de haber presentado más de cuarenta denuncias, afirman que las respuestas han sido insuficientes. La organización hace un llamado a la Junta de Andalucía para que fortalezca el cuerpo de inspectores y acometa con seriedad el fraude que se está cometiendo contra el sector agrario y los consumidores.
El impacto económico y social en Huelva
La provincia de Huelva no solo es un bastión importante para la economía agraria de Andalucía, sino también un ejemplo de la distribución equitativa de la tierra entre pequeños agricultores. Con alrededor del 90% de las 12.000 hectáreas de frutos rojos repartidas en explotaciones de entre dos y cinco hectáreas, la situación actual representa una amenaza no solo económica, sino también social.
Un panorama desafiante
La creciente importación de frutos rojos de terceros países, con un aumento del 64% en las últimas cinco campañas, pone de manifiesto la competencia desleal y los desafíos a los que se enfrentan los productores locales. La práctica de reetiquetar productos importados no solo socava la confianza en el sector agrícola de Andalucía, sino que también representa una violación de los principios de calidad y origen que tanto valoran los consumidores.
Un llamamiento a la responsabilidad
El caso denunciado por COAG Andalucía subraya la necesidad de una mayor transparencia y regulación en el sector agrario. Es fundamental que se tomen medidas decisivas para proteger la economía local, la salud pública y la reputación de los productos andaluces. La lucha contra el fraude y las prácticas desleales no solo es responsabilidad de las autoridades, sino de todos los actores involucrados en la cadena de valor agrícola.
