El Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (DARP) ha iniciado estos días un tratamiento aéreo sobre 20.000 hectáreas de bosque para combatir la procesionaria del pino. El Departamento ha hecho un esfuerzo para mantener las mismas superficies tratadas durante la campaña del año pasado y destinará una inversión de 936.750,00 €. Se actuará en 44 municipios de 12 comarcas que son las zonas más afectadas de Cataluña con el objetivo de rebajar las poblaciones de esta plaga. Según un estudio efectuado de la campaña de 2017, la efectividad de los tratamientos se situó en un 80% y, por tanto, el Departamento de Agricultura continúa apostando por este tipo de control que es hoy por hoy el más efectivo en superficies extensas .
La procesionaria del pino ( Thaumetopoea pityocampa ) es un lepidóptero defoliador que, además de ocasionar daños de consideración en extensiones importantes de bosques de pinos, origina urticaria y trastornos alérgicos a las personas ya los animales y perjudica de manera importante las economías locales (turismo rural, ganadería extensiva, caza, …).
Las condiciones meteorológicas de los últimos años en Cataluña, con inviernos y otoños muy templados, han hecho que la mortandad de las orugas haya sido muy inferior a las habituales con el resultado de un importante incremento de esta plaga. También otras modificaciones respecto a las condiciones medias hacen que esta plaga modifique su ciclo habitual y que sus principales controladores naturales (parasitoides) no actúen con tanta eficacia.
El producto que se utiliza es biológico ( Bacillus thuringiensis kurstaki) y compatible con la agricultura ecológica y no está clasificado como tóxico, irritante ni como peligroso para el medio ambiente ni para los organismos acuáticos. Además, hay que tener presente las limitaciones de la normativa relativa a los tratamientos aéreos que prohíbe los tratamientos a menos de 100 metros de zonas habitadas.
El tratamiento aéreo, el más efectivo
El invierno pasado los daños que produjo la procesionaria fueron muy considerables en diferentes lugares de Cataluña. De acuerdo con las prospecciones efectuadas por los agentes rurales, de las 725.000 ha de diferentes especies de pinos que hay en Cataluña, unas 120.000 estaban afectadas en diferentes grados y más de 17.000 en el grado más elevado.
La campaña de tratamientos aéreos de control comenzó hace unos días y está previsto que termine a finales de octubre. En función de las características de la zona, los tratamientos se hacen con helicóptero (8.000 ha) o en avión (12.000 ha).
El tratamiento más efectivo para combatir la procesionaria en el ámbito forestal es el aéreo que se realiza en otoño, en los primeros estadios de desarrollo de las orugas. Durante la campaña de 2017 la efectividad de los tratamientos se situó en un 80%.
Como complemento a las acciones aéreas con productos biológicos iniciadas este otoño, se están haciendo pruebas piloto para intentar prevenir y controlar los daños que producen los incrementos de la población de procesionaria. Concretamente, se están haciendo ensayos de una gestión forestal que favorezca los vertebrados depredadores (murciélagos y pájaros insectívoros) y una estructura del bosque que le haga menos sensible a esta plaga. También se está comprobando la efectividad de diferentes nuevas técnicas y se están haciendo nuevos estudios sobre el parasitismo sobre los huevos de la procesionaria.
Finalmente se quiere potenciar que tanto los propietarios y como las administraciones competentes hagan tratamientos desde tierra a los lugares donde no se pueden hacer aéreos y resulta importante evitar el riesgo de afectación a personas y animales
