El cierre de Lauki, el adiós a la leche de Valladolid y…a muchos recuerdos…

lauki

La noticia caía como una auténtica bomba ayer en Valladolid, Lauki cerrará las puertas de la fábrica que mantenía en la capital a finales de junio mandando a la calle a 85 trabajadores directos más todos los indirectos incluídos 100 ganaderos que entregan allí cada día la leche.

Las intenciones de Lactalis, multinacional francesa propietaria de la citada factoría, siempre ellos luego se preguntan porque nos alegramos tanto cuando Nadal les gana “su” Roland Garros, estaban ya claras hace unos cuatro o cinco años cuando ya se amenazó con la clausura y donde, me imagino que la llegada de ayudas y fondos desde las distintas administraciones junto al esfuerzo de los trabajadores, lo retraso… hasta ahora.

Este cierre, dentro de la crisis general que vive el sector lácteo, hasta ahora escenificada en los ganaderos, pero que seguro que también tiene sus repercusiones en las industrias pues el consumo de los productos lácteos baja de forma continua, la globalización productiva hace que se puedan elaborar productos a miles de kilómetro de donde sale la leche… es para muchos vallisoletanos, como es el caso de quién suscribe estas líneas mucho más que la clausura de otra empresa, de otra fábrica… como consecuencia de la crisis, es el final de un símbolo, es el final de la leche de “VALLADOLID”, con mayúsculas, de la leche que salía de las vacas que todavía pastaban en nuestra provincia… y, sobre todo, de muchos recuerdos de la infancia… cuando en casa se bebía leche “Lauki”… porque era la de la tierra, porque era la nuestra… Como olvidar aquellos envases de plástico de un litro en los que llegaba la leche que había que cortar por un pico y de los que era imposible echarla al café o al cola cao sin tirar la mitad fuera, con la consiguiente de la bronca de la madre; o la revolución que supuso la llegada del “tetra brick”, que tantas veces habíamos visto en las películas estadounidenses, con aquellas promociones, recortando el logotipo, por las que te regalaban esos “cuencos” para tomar los cereales… que inundaron las casas de muchos pucelanos…

Pues todas esas cosas y algunas más se pasaban por mi cabeza ayer al escuchar el anuncio en la cadena SER del cierre de la factoría. Todos los despidos duelen, como duele el sonido del candado que se ha puesto en centenares, en miles… de fábricas, de pequeños talleres, imprentas, tiendas… durante una crisis que ya dura demasiado y de la que parece que estamos empeñados en no salir… pero estoy seguro que muchos vallisoletanos que lean estarán de acuerdo conmigo en que con el anuncio de ayer se nos ha ido un trozo de nuestra infancia, pues no sólo se cierra una fábrica y se deja en la calle a otros 85 trabajadores que no tienen responsabilidad alguna en la situación, “pero si damos beneficios” argumentaba ante el micrófono amarillo de Manolo, sino que se va uno de los símbolos de Valladolid como pueden ser otras empresas como FASA, perdón Renault que si no Rubén se enfada conmigo, o Helios… esos ejemplos de la Valladolid industrial que se convirtió en el foco de crecimiento de la provincia en los 60… desaparece un proyecto iniciado hace décadas por un grupo de ganaderos que vieron la posibilidad de comercializar su leche, de hacerlo con los que tenían más cerca sus conciudadanos y con la mejor referencia “Lauki, la leche de Valladolid”…

Una lástima escuchar noticias como estas… 


Blog de José Ignacio Falces

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