La provincia de Almería cuenta con 29.800 hectáreas dedicadas a la producción de cereales, leguminosas y oleaginosas. Los cereales mayoritarios con una distribución en esta campaña de 8.862 hectáreas sembradas son cebada, 3.424 hectáreas de avena y 2.146 de trigo. En cuanto a las leguminosas que este año han cogido cierta relevancia por la entrada en vigor de la nueva PAC, se han sembrado en nuestra provincia unas 1.000 hectáreas.
En estos momentos, la principal zona productora se encuentra cosechando la poca producción que han sobrevivido a la histórica sequía de esta campaña. La calidad del grano es mediocre y los productores tratan de obtener como mínimo las semillas para poder cultivar la próxima temporada aunque, por desgracia, muchos de ellos no van a recolectar ni para esa labor. “En esta campaña hemos tenido todos los factores en contra, altos costes de producción y una irrisoria pluviometría, lo que nos lleva a la peor campaña en los últimos 40 años” señala Miguel Ángel Serrano, secretario Técnico de ASAJA Almería.
Desde ASAJA Almería cuantifican que las pérdidas para este sector rondan los 7.300.000 €, lo que supone un duro revés para las zonas del interior de la provincia. Además de la pérdida del grano, la paja, que supone el subproducto más importante de estos cultivos, es casi inexistente, lo que afecta directamente también al sector ganadero de la provincia. “Esta mala campaña afecta igualmente a los ganaderos de la provincia, muchos de ellos también productores de cereales, que se verán obligados a comprar grano y paja para alimentar a sus ganados” apunta Miguel Ángel Serrano, secretario Técnico de ASAJA Almería.
Como en otros sectores, ante esta situación de sequía, el seguro agrario es la única herramienta que puede salvar una campaña como ésta, por ello desde ASAJA Almería recomiendan a todos los productores que aseguren sus producciones este otoño ya que otra campaña como esta, supondría el cierre de la mayoría de estas explotaciones.
Desde ASAJA Almería, insisten al Ministerio de Agricultura a que se materialicen cuanto antes las ayudas extraordinarias por la sequía anunciadas esta pasada primavera. Por otro lado, y mirando ya a la próxima campaña, se tienen que volver a flexibilizar los requisitos de la PAC y que los productores puedan resembrar muchas parcelas en las que este verano no han recolectado nada.
