La Diputación de Valladolid apoya con 30.000 euros la constitución de Comunidades de Regantes de Aguas Subterráneas

Agronews Castilla y León

16 de marzo de 2018

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La Comisión de Asesoramiento y Cooperación a Municipios de la Diputación de Valladolid ha aprobado recientemente apoyar con 30.000 euros la constitución en la provincia de Comunidades de Regantes de Aguas Subterráneas.

De esta forma la institución provincial se convierte en la primera Administración en dar un impulso real a este tipo de agrupaciones que, con el apoyo de la Confederación Hidrográfica del Duero, buscan mejorar la gestión de un recurso tan imprescindible como el agua más en momentos como el vivido la campaña pasada con una fuerte sequía que ha llevado a que se produzcan restricciones en las posibilidades de riego.

En la actualidad, son más de 30 las entidades de este tipo las que han iniciado el procedimiento de constitución en el conjunto de Castilla y León, siendo especialmente significativo el dato de Valladolid, provincia donde el riego a través de sondeos tiene un peso muy importante.

La Confederación Hidrográfica del Duero está supervisando, así lo anunciaba a finales de enero de 2018 la constitución de 27 comunidades de aguas subterráneas en la demarcación, pertenecientes a las provincias de Ávila, Salamanca, Segovia y Valladolid, y prevé que la cifra aumente ante las numerosas consultas formuladas al respecto.

Según los datos facilitados por la representante del organismo de cuenca, la treintena de comunidades en proceso de constitución se localizan en las masas de agua de Tierra del Vino (11), Medina del Campo (6), Tordesillas (2) y Los Arenales (11), suelen abarcar varios términos municipales y sus superficies de regadío oscilan entre las 500 y las 4.000 hectáreas.

Entre las ventajas, según la CHD que ofrecen este tipo de organismos, figuran la mayor capacidad de decisión de sus integrantes por la presencia en los órganos de participación –juntas de explotación- de las Confederaciones, así como el ahorro de costes individuales derivado de las posibilidades de negociar la tarifa eléctrica o realizar mejoras en los aprovechamientos.

Además, el otro gran beneficio es la mayor flexibilidad en el uso del agua, ya que en las comunidades el volumen máximo asignado a los derechos individuales, bajo la gestión de los usuarios, “se reparte entre los partícipes en cada campaña en función de las demandas y disponibilidades, sin necesidad de modificar la concesión”.

De esta manera, afirman desde la Confederación Hidrográfica del Duero se logra un funcionamiento flexible adecuado para cultivos exigentes en agua y suelos, que requieren rotación anual de parcelas, como la remolacha o los cultivos hortícolas.



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