La situación crítica que estos días está provocando en las cuencas de los ríos de Castilla y León preocupa no solo por el temor a desbordamientos sino también por la repercusión que esto tiene sobre el campo. ASAJA es consciente de ello y ha asegurado que en algunos casos la situación va mucho más allá de las áreas cercanas a los ríos principales, porque los desbordamientos se han extendido por riachuelos y regatos que habitualmente apenas llevan agua.
Un asunto que tiene un responsable, según la OPA, como principal causante de la situación de peligro: “La lluvia está acarreando pérdidas al campo, pérdidas que sí hubieran sido al menos en buena parte evitables si desde la Confederación Hidrográfica del Duero cumplieran con su obligación de limpiar y adecuar los cauces”. También cuestiona los momentos que se eligen para abrir los aliviaderos de los pantanos, “que a veces agravan más que alivian el problema”.
Los agricultores pueden reclamar daños patrimoniales
Aunque es pronto para valorar económicamente las pérdidas ocasionadas por las inundaciones, la organización constata daños tanto en fincas de cereal crecido, en las que las plantas se pueden echar a perder por el exceso de humedad, como en las fincas recientemente sembradas, en las que con toda seguridad habrá que resembrar. Daños patrimoniales que los agricultores podrán reclamar a la Confederación: “Pedimos que la CHD no se escaquee como acostumbra, y no recurra a argucias burocráticas para desentenderse de las denuncias que presenta el sector” concluye ASAJA.
En las siguientes imágenes se puede comprobar cómo han quedado algunos de los ríos de la cuenca del Duero.
