Impulsar la viticultura es el objetico del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACyL) desde hace más de 20 años.
Apostando por el estímulo de la competitividad del sector vitícola de la Comunidad mediante la innovación y tecnificación en la gestión del viñedo.
Este trabajo que se realiza desde la unidad de Cultivos Leñosos de la Subdirección de Investigación y que va desde la recuperación, identificación y conservación de material vegetal autóctono (variedades minoritarias y en peligro de extinción) hasta la selección clonal de variedades tradicionales de Castilla y León, pasando, como no puede ser de otra forma, por el control de enfermedades o la aplicación de las nuevas tecnologías y de técnicas de viticultura de precisión para mejorar la eficiencia productiva y rentabilidad del sector.
Recuperación de variedades minoritarias de vid
Desde el año 2002, ITACyL viene trabajando en la localización, identificación y descripción de variedades minoritarias de vid, de las que 40 se conservan en una colección en exterior para su caracterización. El arduo trabajo de evaluación y caracterización agronómica y enológica de algunas de estas variedades ha tenido sus frutos en el reconocimiento y las buenas críticas obtenidas en catas nacionales e internacionales de las vinificaciones elaboradas.
Este trabajo, de apoyo a la viticultura, ha sido completado con las correspondientes descripciones ampelográficas y genéticas, derivando en el reconocimiento por parte de la Oficina Española de Variedades Vegetales de algunas de ellas, lo que supone que se puedan cultivar legalmente y comercializar el vino obtenido con ellas.
Las variedades reconocidas son: Bruñal (en 2011); Estaladiña (2015), Gajo Arroba y Tinto Jeromo (2016). Además, las variedades Negro Saurí y Bastardillo Chico han sido consideradas como sinonimia oficial de Merenzao (2019), mientras que la variedad Mandón ha sido considerada sinonimia de la variedad Garro (2017). En 2019, también se reconoció Puesta en Cruz como sinónima de Rabigato y en 2020 se ha reconocido legalmente la variedad Rufete Serrano Blanco. Se espera que en 2024 se reconozcan oficialmente las variedades (actualmente en evaluación) Áurea, Cenicienta, Negreda, Puesto Mayor y Verdejo Colorao.
En la actualidad, dentro de ese apoyo a la viticultura, se está trabajando en dos proyectos relacionados con las variedades minoritarias. Por un lado, el proyecto con financiación FEADER “Adaptación y estudio agronómico y enológico a través de nuevas tecnologías de variedades minoritarias de vid recuperadas de Castilla y León (VARMINTEC)” trabaja en la caracterización agronómica de variedades minoritarias y patrones cultivados en diferentes zonas para adecuar sus características a diferentes vinificaciones.
Con este trabajo se está alcanzando un mayor conocimiento de las variedades minoritarias para posteriormente ajustar el manejo agronómico más óptimo a cada una de ellas e impulsar la viticultura con ellas.
De igual forma, a partir de nuevas tecnologías basadas en la teledetección, se exploran nuevas opciones para la viticultura como la identificación varietal mediante la aplicación de diferentes algoritmos obtenidos a partir de imágenes de los principales caracteres ampelográficos (ampelografía digital), así como la obtención de material vegetal sano de las variedades minoritarias autorizadas para su distribución al sector con estricto control en sus diferentes categorías.
Además, acaba de iniciarse el proyecto Interreg POCTEP “Valorización y caracterización de variedades minoritarias de vid por métodos clásicos y nuevas tecnologías. MINORSENS”. Es un proyecto multidisciplinar que reúne a universidades, centros de investigación, consejos reguladores y asociaciones de productores de las regiones de Castilla y León (León, Zamora, Salamanca, Ávila y Valladolid) y Norte de Portugal (Tras os Montes) con el objetivo de recuperar y poner en valor variedades minoritarias de vid de esta región transfronteriza.
Conservar el patrimonio vinícola de Castilla y León
En el año 1991, se inició un proceso de Selección Clonal de variedades tradicionales de Castilla y León, y diez años después se inició la distribución de yemas de material Base y material Certificado de 36 clones certificados al sector viverístico, un proceso supervisado por los Servicios de Control de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León.
Este proceso ha tenido continuidad en fases posteriores, en las que se han incluido variedades emergentes (Godello, Malvasía Castellana, Moscatel de Grano Menudo, Rufete) y variedades minoritarias (Bruñal, Cenicienta, Gajo Arroba, Mandón, Puesta en Cruz, Rufete Serrano Blanco, Tinto Jeromo). Se dispone ya de varios clones de varias de estas variedades que a partir de 2024, se distribuirán al sector y a viveros.
Con los datos de caracterización agronómica, de madurez de la uva y enológica de los clones de las variedades obtenidos a lo largo de los años que ha durado este proceso, se dispondrá de fichas técnicas de todos los clones certificados, con información de sus características agronómicas y sanitarias, ya que están libres de los virus entrenudo corto (GFLV) y enrollado serotipos 1 y 3 (GLRaV 1 y 3).
Sensores y Redes 5G: el futuro en la gestión agrícola y la viticultura
No cabe duda de que la tecnología puede ser una aliada valiosa en la gestión agrícola para avanzar hacia una agricultura inteligente y conectada. En este ámbito, Itacyl no se queda atrás y ya trabaja en la implantación de redes de comunicación 5G que permitan optimizar la producción vitivinícola, en colaboración con empresas tecnológicas Así, se colabora dentro del Programa Único Sectorial, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, con las empresas NOKIA y APTICA, en el proyecto “5G con Facilidades de Network-as-Code para Aplicaciones sobre Red Móvil (5GNaCar)”.
En este proyecto, de gran transcendencia para el futuro de la viticultura, se van a desarrollar una serie de casos de uso y aplicaciones de referencia del proyecto 5G sobre NaC en la finca de Zamadueñas para los cultivos leñosos. En el caso del viñedo, se trabaja en el desarrollo de un prototipo de sensor espectral capaz de detectar los cambios de color que se producen de manera gradual durante la maduración de la uva. A partir de los datos obtenidos del sensor y la determinación analítica de la concentración de azúcar (grado Brix) se entrenará un modelo basado en inteligencia artificial para determinar la madurez de la uva en función de su color espectral.
Asimismo, se testará su aplicación en un entorno real en campo en diversas parcelas. Y, de igual forma, se está desarrollando una amplia base de datos fotográfica de hojas de variedades de vid para implementar un algoritmo, que a través de IA pueda distinguir la variedad que es en campo, es decir que a través de este algoritmo se pueda identificar variedades desconocidas para el viticultor (ampelografía digital). Por otro lado, se establecerá un ensayo experimental de olivar, donde se testará la aplicación de biofertilizantes y bioestimulantes a través de AGV o vehículos autónomos.
Del mismo modo, a través del proyecto CDTI 5GAGROGREEN se trabaja en la obtención de datos obtenidos por una serie de sensores instalados en los viñedos, en colaboración con la empresa NOKIA y la bodega La Loba -propietaria de los viñedos donde se lleva a cabo el ensayo en la localidad de Matanza de Soria-. Este proceso permitirá mejorar la gestión y manejo de las parcelas de vid, con la consiguiente mejora de la calidad de la uva.
Viticultura de precisión para una mejor gestión del viñedo
Desde hace algunos años, ITACyL utiliza imágenes de satélite de acceso gratuito (Sentinel 2) para mejorar la gestión
del viñedo. Se trata de imágenes de disposición gratuita, pública y de libre descarga, que resultan de gran utilidad en la elaboración de diversos índices que ayuden a analizar factores clave en el desarrollo del cultivo como su vigor producción, número de racimos por parcela, características del mosto y el vino, etc., para poder manejar cada subparcela de modo diferenciado en función de sus necesidades.
El uso de estas imágenes permite también, diferenciar zonas con afección para evaluar los daños por heladas primaverales. Así, con los datos de varios años, ITACyL está elaborando series temporales del estado del viñedo, y con estas imágenes y un conjunto de medidas mínimas en campo (subparcelas) se dispone de gran información que permite optimizar la gestión del viñedo en función de las características de cada subparcela.
Caracterización de variedades resistentes a enfermedades
Por último, cabe señalar el trabajo que se está llevando a cabo en materia de caracterización agronómica y enológica de variedades resistentes a enfermedades (oídio, mildiu y botritis). En los últimos años, los consumidores exigen que la producción de alimentos y otros productos agrícolas se realice con respeto máximo al medio ambiente y con la menor cantidad de fitosanitarios y compuestos añadidos en el proceso. En este sentido se está desarrollando en colaboración con la empresa AGROMILLORA, el proyecto CDTI “Alternativas para una viticultura competitiva y sostenible, VITICOM”.
En este proyecto se evalúa la resistencia de 9 variedades de vid obtenidas por retrocruzamiento y con genes de resistencia a oídio y mildiu. Los primeros resultados obtenidos muestran un gran beneficio medioambiental, económico y social, ya que se ha conseguido reducir la aplicación de productos fitosanitarios (compatibles con el manejo ecológico) en torno al 60% en comparación con otras variedades con manejo ecológico. Algunos de los vinos obtenidos de estas variedades están mostrado gran calidad en catas nacionales e internacionales. Este trabajo puede suponer una gran revolución a medio-largo plazo en la viticultura nacional, tal y como lo está siendo en muchos países europeos como Alemania, Francia o Italia.
