El campo onubense se enfrenta a una situación crítica en buena parte de los cultivos a raíz de la persistente sequía.
La falta de precipitaciones y la ausencia de infraestructuras hídricas adecuadas han llevado a la imposición de un recorte del 50% para el riego, poniendo en jaque la viabilidad de la agricultura en la región. Este artículo profundiza en las repercusiones de esta crisis, las demandas de las organizaciones agrícolas y las medidas urgentes necesarias para salvaguardar la economía y el bienestar de Huelva.
Sequía, un fenómeno que se intensifica
La sequía en Huelva no es un fenómeno nuevo, pero su intensificación reciente ha llevado a una situación alarmante. La Asociación de Productores y Exportadores de fresa y frutos rojos de Huelva (Freshuelva), la Asociación de Citricultores de la Provincia de Huelva, Cooperativas Agro-Alimentarias Huelva, Asaja-Huelva, UPA-Huelva, y la asociación de Comunidades de Regantes de Huelva (Corehu) han expresado su profunda preocupación. Estas organizaciones, que representan el corazón del sector agrícola onubense, están alarmadas por la falta de medidas efectivas a pesar de las reivindicaciones históricas.
El recorte del 50% en el riego, acordado por la Comisión de Sequía del Tinto-Odiel-Piedras, no es solo un golpe duro para la agricultura sino también para la economía de la provincia en su conjunto. El impacto se extiende más allá de los campos de cultivo, afectando a toda la cadena de valor, desde los productores hasta los consumidores.
Las organizaciones agrarias apuntan a una falta de compromiso y a la lenta ejecución de los planes hidrológicos prometidos. A pesar de algunas acciones por parte de la Junta de Andalucía, la lentitud y la falta de medidas por parte del Gobierno central se traducen en una ausencia de soluciones reales a corto y largo plazo. La situación es tan grave que las organizaciones agrícolas han decidido retomar las movilizaciones, suspendidas en noviembre, para exigir acciones inmediatas.
La urgencia de la situación ha llevado a estas organizaciones a solicitar reuniones de emergencia con figuras clave como Hugo Morán, secretario de Estado de Medio Ambiente, y Carmen Crespo, consejera de Agricultura, Ganadería, Agua y Desarrollo Rural. El objetivo es comunicar la gravedad de la situación y la necesidad de medidas que tengan un impacto directo y rápido, especialmente para afrontar las próximas campañas agrícolas.
