En un escenario marcado por la complejidad y los desafíos persistentes en el ámbito agrícola, la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de Castilla y León ha elevado un enérgico llamado al Ministerio correspondiente, exigiendo medidas contundentes para hacer frente a diversas problemáticas que aquejan al sector. Desde la necesidad imperante de fortalecer la sanidad animal hasta la urgencia de implementar estrategias concretas para combatir la competencia desleal, pasando por la rebaja del IVA en productos clave y el fortalecimiento de los seguros agrarios, las demandas son diversas y apremiantes.
El consejero Gerardo Dueñas ha protagonizado este llamado enérgico durante una reunión del Consejo Consultivo, donde ha hecho hincapié en la importancia de abordar temas de competencia nacional que afectan directamente a la viabilidad y sostenibilidad del sector agrícola en la región. Con un tono firme pero constructivo, Dueñas ha delineado una serie de áreas críticas que requieren atención inmediata por parte del Ministerio.
Uno de los aspectos destacados es la sanidad animal, una pieza fundamental en la protección de la producción agrícola y ganadera. El control de enfermedades como la tuberculosis y la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) es crucial para garantizar la salud del ganado y la seguridad alimentaria. Dueñas ha insistido en la necesidad de implementar medidas flexibles y efectivas para apoyar a los ganaderos que enfrentan estos desafíos, así como la urgencia de un Plan Sectorial del Ovino solicitado por Castilla y León.
Además de la salud animal, la lucha contra la competencia desleal se ha erigido como una prioridad ineludible. La entrada de productos extranjeros bajo condiciones laxas y desiguales representa una amenaza para los productores locales, quienes enfrentan regulaciones más estrictas y costos de producción más altos. Desde la imposición de controles fronterizos hasta la vigilancia activa de prácticas desleales, la exigencia de medidas concretas para proteger la competitividad del sector nacional ha sido enfática por parte de la Consejería.
En el ámbito fiscal, la rebaja del IVA en productos como la carne y el pescado se alza como una necesidad acuciante. Esta medida no solo aliviaría la carga financiera sobre los consumidores, sino que también estimularía la demanda interna, fortaleciendo así la economía agrícola en su conjunto. Asimismo, la mantención de bonificaciones en el gasóleo agrícola y la implementación de una doble tarifa eléctrica en regadíos son propuestas concretas destinadas a mejorar la eficiencia y competitividad del sector.
En el ámbito regulatorio, la simplificación normativa y la flexibilización de medidas del Plan Estratégico de la PAC son imperativos ineludibles. La agilización de trámites burocráticos y la adaptación de políticas a las necesidades específicas de cada región son pasos cruciales para fomentar la innovación y el desarrollo agrícola sostenible.
Sector agrícola
En este contexto, la colaboración interministerial se erige como un elemento clave para el éxito. Dueñas ha instado al Ministerio a coordinar esfuerzos con otros departamentos gubernamentales para abordar integralmente los desafíos del sector agrícola. Desde la paralización de tramitaciones de regadíos hasta la necesidad de vigilancia activa sobre aspectos como la protección del lobo y los controles fronterizos, la acción conjunta se presenta como la vía más efectiva para impulsar el crecimiento y la resiliencia del sector.
En conclusión, el llamado de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de Castilla y León no solo constituye una voz de alerta ante los desafíos que enfrenta el sector agrícola, sino también una invitación a la acción concertada a nivel nacional. Con medidas concretas y una visión estratégica a largo plazo, es posible construir un futuro más próspero y sostenible para el campo español.
En el ámbito de la seguridad alimentaria, la importancia de controlar rigurosamente los productos importados se hace evidente. La denuncia de casos como la entrada de fresas de Marruecos con hepatitis A pone de relieve la necesidad de igualar los estándares sanitarios y fitosanitarios para garantizar la salud pública y la equidad en las condiciones de competencia. Los productores locales se ven en desventaja cuando enfrentan requisitos más estrictos mientras sus competidores extranjeros operan en un entorno menos regulado. Por lo tanto, la vigilancia activa de los controles fronterizos y la implementación de medidas que promuevan la transparencia y la equidad en el comercio internacional son esenciales para proteger tanto a los consumidores como a los productores locales.
En paralelo, la necesidad de fortalecer los seguros agrarios resuena como una demanda fundamental del sector. Los agricultores y ganaderos enfrentan riesgos inherentes a su actividad, desde fenómenos climáticos extremos hasta enfermedades que afectan a sus cultivos y ganado. En este sentido, el respaldo financiero y la cobertura adecuada ofrecida por los seguros agrarios son elementos críticos para la estabilidad y la resiliencia del sector. Sin embargo, la insuficiencia de estos instrumentos frente a los desafíos emergentes, así como la falta de una mayor contribución por parte del Ministerio, generan preocupación y urgen a la adopción de medidas que fortalezcan este pilar fundamental de la protección agrícola.
Finalmente, la llamada del consejero Dueñas a una mayor colaboración interministerial destaca la necesidad de abordar los desafíos agrícolas de manera integral y coordinada. La paralización de tramitaciones de regadíos debido a decisiones de otros departamentos y la importancia de políticas que promuevan la eficiencia y la competitividad, como la implementación de una doble tarifa eléctrica en regadíos, subrayan la interdependencia entre diferentes áreas de gobierno en la consecución de soluciones efectivas para el sector agrícola. Solo a través de una acción conjunta y coherente se podrán alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible y prosperidad para el campo español.
