Roa: La reina histórica de la Ribera del Duero

Agronews Castilla y León

5 de octubre de 2014

foto 1 empecinado

El río Duero baña con bendiciones toda la tierra que atraviesa. Fertiliza las riberas para donar en forma de vides la mejor de las frutas de esta tierra, la uva, que pisada por los pies del agricultor convierte en jugo de dioses los néctares de esa tierra. Tiene la Ribera de Duero, que ahora comienza a recoger los frutos de los majuelos, manjares excelsos y vinos de excelente sabor que convierten a esta zona de Soria, Burgos, Segovia y Valladolid en la mejor de España y de las más famosas del mundo entero.

Sus caldos los bebe el pueblo llano, los mandamases, los reyes y hasta los papas que han tenido a bien transustanciar el fruto de la vid en la misma sangre de Cristo. Pero más allá de los bienaventurados vinos y agraciados lechazos de la zona, por encima de ellos, las villas que nacieron al abrigo del río Duero guardan los encantos que les dieron sus pobladores. Alguna de esas localidades, caso de Roa, son bellas y cofres que guardan tesoros históricos.

Roa se ubica al sur de la provincia de Burgos, en plena Ribera, acompañada por el caudal generoso del Duero; altanera, desafiante sobre un espolón rocoso desde el que dominar todo el valle. En otro tiempo amurallada por orden de la reina Doña Violante, viuda de Alfonso X, que en 1295 cercó su caserío de ataques bárbaros. Hoy apenas quedan en pie una parte de las murallas.

Pero la proto historia de Roa hay que buscarla en la época romana. La ‘Rauda’ nacida en la ruta de una calzada que unía Clunia Suplicia y Asturica (Astorga). Precisamente del topónimo romano toma la denominación de los nacidos o residentes en la villa, raudenses.

Roa es una villa moderna que vive de las viñas. BC

Roa es una villa moderna que vive de las viñas. BC

La historia se detiene en las calles de Roa. Si hay dos personajes históricos que han labrado y dejado huella en los siglos pasados han sido el cardenal Cisneros y Juan Martín, el Empecinado. El primero de ellos, Francisco Jiménez Cisneros, iba de camino a buscar al rey Carlos I, pero la muerte le sorprendió en la villa en el año 1517. El segundo, el guerrillero Juan Martín Díaz ‘El Empecinado’, fue capturado, torturado y ajusticiado en la plaza del pueblo por orden del rey Fernando VII en 1825.

El Empecinado

Juan Martín Díez nació en la vallisoletana localidad de Castrillo de Duero y fue uno de esos guerrilleros de leyenda, elevado a mito tras su truculenta muerte, ejecutado por el monarca absolutista. Las tropas francesas habían sitiado la villa y sometido al pueblo. El Cura Merino y sus huestes reclaman su ayuda para combatir al enemigo invasor. Y en 1813 acude a Roa para contribuir a la liberación de la villa raudense.

La situación política cambia tras el fracaso del Trienio Liberal. Llega Fernando VII al poder y encarcela al valeroso adalid porque en 1820 se une al levantamiento de Riego. Derrocado el gobierno liberal en 1823, es detenido en Olmos de Peñafiel y conducido a Roa donde lo encierra el rey durante dos años hasta el 19 de agosto de 1825, día en que fue ahorcado en la plaza Mayor de Roa para dolor de los que combatieron y como lección para los que osaran deslealtad al monarca.

Cisneros

El caso del cardenal más laureado de la historia es singular también. Era el regente de la corona española y tenía el encargo de viajar al encuentro del futuro monarca Carlos I. Una enfermedad le hace detenerse por el camino y solicita a los Condes de Siruela el palacio que éstos tienen en Roa para descansar. Sin embargo, esa misma noche del 8 de noviembre de 1517 muere.

Monumentos

Como en cada villa, en cada ciudad y en cada aldea, los monumentos de culto religiosos son los más hermosos e históricos. La ex colegiata de Santa María es uno de ellos en Roa. Es del gótico tardío, casi renacentista, edificada en el siglo XVI y en su interior se conserva un conjunto escultórico de Gil de Siloédedicado a la Adoración de los Reyes Magos.

Otros edificios singulares son el de la Alhóndiga, un inmueble dedicado al almacén y compra-venta de cereal, que también disponía de lagares donde los viticultores elaboraban los vinos; o la Casa Consistorial, del siglo XIX, sin olvidar la nueva sede de la Denominación de Origen Ribera del Duero, que se alza al este de la villa y se distingue por su estructura de polígono truncado.

La ermita de La Virgen de la Vega, que es la patrona de la villa de Roa. La iglesia de San Esteban, situada junto a restos de la muralla, que doña Violante mandó construir para proteger la villa de continuos ataques bárbaros, y sus puertas son algunos de sus singulares monumentos.

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