Preocupaciones por incremento en costes que podría agravar la situación

Rechazo a una nueva revisión al alza del SMI: ASAJA-Andalucía advierte sobre el impacto económico

Agronews Castilla y León

14 de diciembre de 2023

movilizaciones

En medio de la peor temporada agrícola del siglo, ASAJA-Andalucía, la asociación agraria, ha expresado su rechazo ante la posibilidad de una nueva revisión al alza del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). La perspectiva de mayores costos en el sector agrario, ya afectado por una serie de desafíos, ha generado preocupaciones sobre el posible impacto en la producción, el empleo y el precio de los alimentos.

La Trayectoria del SMI y sus Implicaciones:

Tras cinco años consecutivos de aumentos, el SMI en España ha experimentado un incremento del 46,75%. Esta escalada, que se ha reflejado en todos los convenios provinciales del campo en Andalucía, ha sido una fuente de tensiones en un sector que ya enfrenta una reconversión dramática. Sectores agrícolas, como el de la fruta de hueso, han sufrido transformaciones significativas, con consecuencias directas en la creación de empleo.

El último ejercicio cerrado en 2022 ya registró una disminución del empleo en el sector agrario español en un 3,5%, totalizando 774,800 ocupados. Andalucía, con aproximadamente el 31% del total nacional de empleados agrarios, experimentó la mayor caída, perdiendo más del 10% de sus trabajadores en este ámbito. En este contexto, una nueva revisión al alza del SMI podría agravar aún más la reducción de activos agrarios y desencadenar efectos adversos en la estabilidad laboral.

El sector agrario andaluz afronta múltiples desafíos que incluyen no solo las repercusiones de la pandemia sino también eventos climáticos extremos. La persistente sequía, que ha afectado a la región durante la última década, ha ocasionado caídas dramáticas en las producciones, con pérdidas estimadas en más de 2,000 millones de euros en 2023. Este escenario de más costos, menos producciones y menos ayudas agrava la vulnerabilidad del sector.

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Además de la sequía, los costos de producción en el campo andaluz han experimentado un aumento sustancial. El encarecimiento de fertilizantes, fitosanitarios, semillas, plásticos, gasoil y electricidad, entre otros insumos, ha generado un aumento de los costos superior al 35% en 2022, según datos de Eurostat. En un contexto de menor producción, las compensaciones de la Política Agrícola Común (PAC) también disminuyen, afectando especialmente a Andalucía.

ASAJA-Andalucía advierte que cualquier nueva subida del SMI, por mínima que sea, podría llevar al sector a más cierres y abandonos. Esto no solo afectaría a los productores, sino que también repercutiría en los consumidores. La reducción de la producción aumentaría la dependencia de las importaciones de alimentos de países terceros, con estándares de seguridad diferentes, y contribuiría a un encarecimiento de la cesta de la compra en España. Esto, a su vez, intensificaría las dificultades económicas para aquellos con menos ingresos que buscan consumir productos frescos y de calidad.

Negociaciones sobre el SMI

Andalucía, como la principal región agraria de España, sostiene ASAJA-Andalucía, debe ser considerada en cualquier negociación sobre el SMI. La asociación aboga por un enfoque integral que tome en cuenta las repercusiones para el sector agrario y permita un diálogo constructivo para abordar las complejidades y desafíos específicos que enfrenta el campo andaluz en este momento crítico

La situación actual en el campo andaluz se caracteriza por un ejercicio económico desafiante, marcado por la sequía persistente y el aumento significativo de los costos de producción. El Comité de Relaciones Laborales de ASAJA-Andalucía destaca que este no es el momento propicio para plantear una nueva revisión al alza de los costos que ya soportan las explotaciones agrarias. El último año ha sido testigo de una caída dramática en las producciones, exacerbando aún más las dificultades económicas en un sector que históricamente ha sido la columna vertebral de la economía andaluza.

El aumento de los costos se ve agravado por una reducción en las compensaciones de la PAC, donde el campo andaluz se ve afectado por el trasvase de fondos que penaliza a los agricultores y ganaderos de la región en beneficio de otras áreas. Esta situación presenta un panorama desafiante para los productores, quienes, además de enfrentar los desafíos climáticos, deben lidiar con una distribución de fondos que no favorece sus necesidades particulares.

El rechazo de ASAJA-Andalucía a una nueva revisión del SMI resalta las preocupaciones sobre un posible aumento de la inflación y la reducción de la oferta alimentaria. La espiral inflacionista derivada de los mayores costos de producción y la disminución de la oferta podría afectar negativamente a los consumidores, especialmente a aquellos con menores ingresos, creando una barrera adicional para acceder a productos frescos y de calidad.

En este contexto, surge la necesidad imperiosa de implementar estrategias que impulsen la diversificación del sector agrario andaluz. La dependencia excesiva de un solo mercado y la exposición a factores externos, como el clima y las políticas agrícolas, resaltan la importancia de explorar nuevos mercados y formas innovadoras de cultivo que permitan la adaptación a condiciones cambiantes.smi

En lugar de abordar la crisis actual mediante incrementos salariales que podrían agravar la situación, ASAJA-Andalucía aboga por un diálogo constructivo entre los representantes del sector agrario, los trabajadores y las autoridades. La búsqueda de soluciones integrales que aborden tanto los desafíos económicos como las necesidades específicas de la región se presenta como una alternativa más viable y sostenible en el largo plazo.

La asociación agraria destaca la importancia de apoyar iniciativas que promuevan la sostenibilidad y la innovación en la agricultura andaluza. La inversión en tecnologías agrícolas avanzadas, prácticas sostenibles y la diversificación de cultivos puede ser clave para mejorar la eficiencia, reducir los costos a largo plazo y fortalecer la resiliencia del sector frente a futuros desafíos económicos y climáticos.

En conclusión, el campo andaluz se encuentra en una encrucijada económica que requiere no solo medidas inmediatas, sino también una visión a largo plazo que promueva la adaptación, la sostenibilidad y la colaboración. La superación de las actuales adversidades exige un esfuerzo conjunto de los actores involucrados, desde los productores hasta las autoridades, para garantizar la viabilidad y la prosperidad del sector agrario andaluz en los años venideros.



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