La biotecnología está de moda, y Castilla y León está a la cabeza en un sector que permite la aplicación de las más nuevas técnicas a una de las actividades productivas más antiguas: la agricultura y la ganadería.
Una de esas empresas que están en continúa evolución ofreciendo soluciones biotecnológicas en esta comunidad es ID Forest, especializada en la investigación de los hongos y sus aplicaciones a diversos sectores.
Hoy hablamos con Jaime Olaizola, ingeniero de Montes y fundador de la empresa.
¿Cómo y por qué nace ID Forest?
Palencia es un foco clave a nivel internacional en el mundo de la micología. Aquí hay una masa crítica de personas, empresas e investigadores que hace que éste sea el mejor lugar para iniciar este tipo de negocio, además se encuentra la prestigiosa Cátedra de Micología de la Universidad de Valladolid (UVA), ubicada en el campus palentino, y las numerosas publicaciones e investigaciones que se llevan a cabo en las instalaciones universitarias de La Yutera.
Esto unido a que durante la carrera “un profesor de botánica me hizo ver que las setas era un recurso forestal poco aprovechado pero con mucho potencial”, refiriéndose a Juan Andrés Oria.
Ttras 10 años de trabajo en el ámbito de los hongos y al finalizar su Tesis Doctoral sobre control biológico de enfermedades con hongos micorrícicos, Jaime Olaizola creó en 2010 IDFOrest-Biotecnología Forestal Aplicada S.L.. La empresa nació para dar soluciones a los problemas de enfermedades agrícolas y forestales nuevas generadas por el cambio climático y el trasporte global. Paralelamente se especializó en el trabajo con hongos micorrícicos entre los que destacan los trabajos realizados con Boletus edulis y la trufa negra.
¿Preocupa la “mala prensa” que puede tener la biotecnología dentro de la opinión pública?
En nuestro sector la biotecnología tiene una buena prensa ya que agiliza las soluciones a los problemas agroforestales y agroalimentarios. Para nosotros la biotecnología es aprender de la naturaleza aplicando tecnología avanzada como técnicas genéticas o la multiplicación de microorganismos beneficiosos y cuando, además, se acercan a ID Forest descubren que somos un compañero de viaje confiable y que realmente acompaña y resuelve problemas de las compañías, siendo en muchos casos áreas estratégicas de negocio de las empresas, lo que hace que el valor y reconocimiento de ID Forest se amplifique.
¿Cómo puede los hongos facilitar el control biológico de las plagas?
En la naturaleza existen hongos que realizan esta función de forma continua. Especialmente los hongos micorrícicos ayudan a la nutrición vegetal y a la absorción de agua, de manera que plantas bien nutridas y sin debilidad son más resistentes frente a enfermedades. Además estos hongos producen sustancias que inhiben el desarrollo de algunos patógenos. Otro tipo de hongos habituales en los bosques como Trichoderma, protegen
directamente a las plantas de la entrada de agentes perjudiciales. Por ello se hace indispensable conocer el medio en profundidad lo que en el encontramos y a partir de ello trabajar, evitando la aplicación de otras soluciones globales, puesto que debemos aprovechar lo ya adaptado a cada entorno.
Ustedes, están llevando a cabo una apuesta clara por los abonos naturales aprovechando el uso de hongos. ¿Qué beneficios aportan? ¿En qué están trabajando en estos momentos, dentro de este apartado?
Se tienen referencias de que hace más de 400 mil años, las plantas pudieron vivir fuera del agua gracias a la ayuda de hongos con lo que formaron simbiosis. Hoy en día, el 95% de las plantas sobre la tierra se asocian con hongos para poder aprovechar de forma más eficiente agua y nutrientes de los suelos. A su vez, los hongos encuentran en la planta los azucares necesarios para su desarrollo. Esta simbiosis llamada micorrización es la forma más importante para una nutrición sostenible de las plantas.
En esto estamos trabajando intensamente, buscando hongos micorrícicos que ayuden a las plantas forestales y cultivos agrícolas a absorber agua y nutrientes del suelo de forma que permitan reducir el abonado químico y el uso de productos fitosanitarios sintéticos. Nuestra idea es aportar conocimiento y productos sostenibles para una agricultura regenerativa de los suelos.
¿Qué es la truficultura tecnológica?
El caso de la trufa es un claro ejemplo de que la biotecnología potencia el desarrollo de un sector. Una de las líneas más importantes de IDForest 
es la truficultura. Nuestro laboratorios está homologado para poder certificar la calidad de la planta micorrizada de trufa negra y contamos con una tecnología que permite a nuestros clientes producir el doble de trufa y en la mitad de tiempo que en la truficultura tradicional. Contamos con 40 hectáreas de truferas propias donde testamos cada una de nuestras innovaciones antes de sacarlas al mercado.
Este sistema de trabajo en el que el laboratorio es igual de importante que el campo es lo que llamamos Truficultura Tecnológica.
Actualmente estamos ya trasladando esa experiencia a otro tipo de cultivos como son la vid y el olivo entre otros.
¿Qué aporta la participación en Vitartis a la empresa?
IDForest es una empresa pequeña que ha dedicado 10 años a investigar hongos de aplicación industrial.
Actualmente estamos preparados para crecer y Vitartis con su misión “trabajar por la sostenibilidad de la industria alimentaria de Castilla y León y por el desarrollo económico y social de la Región, promoviendo la innovación en todos los ámbitos y representando al sector ante organizaciones públicas y privadas” está alineada al 100 % con nosotros por lo que para nosotros es un compañero de viaje estratégico para ampliar la visibilidad y ser un altavoz para dar a conocer en otros sectores la potencia de los hongos micorrícicos, sabiendo que podemos aportar soluciones en agricultura, construcción, alimentación o salud, reducción de residuos o reciclaje de los mismos… resolviendo muchos de los problemas de sostenibilidad teniendo en cuenta, además que nuestro trabajo hace fortalecer el desarrollo económico en el entorno rural.
