La organización agraria LA UNIÓ ha llevado a cabo una jornada de protestas en PortCastelló, donde más de 200 personas y 100 tractores han bloqueado los accesos al puerto, manifestándose contra las importaciones desleales y los problemas que afectan a los agricultores valencianos. La actuación policial, que impidió el acceso de los tractores y desalojó a los manifestantes, ha generado fuertes críticas, llevando a LA UNIÓ a solicitar la dimisión de la subdelegada del Gobierno en Castellón, Antonia García Valls.
La protesta, que se extendió durante cuatro horas, tuvo como objetivo destacar la difícil situación que enfrentan los agricultores y ganaderos de la Comunitat Valenciana debido a malas cosechas, altos costos de producción y la competencia desleal de las importaciones procedentes de terceros países.
LA UNIÓ ha denunciado la actuación de la policía, que impidió el acceso de 100 tractores a las instalaciones portuarias y desalojó a los manifestantes, a pesar de contar con un permiso autorizado previamente para la protesta. Carles Peris, secretario general de LA UNIÓ, ha calificado la actuación policial de «lamentable y desmesurada», solicitando la dimisión de la subdelegada del Gobierno por considerar inaceptable la forma en que se gestionó la protesta.
Peris señaló que la situación extraordinaria que vive el sector agrario justifica la movilización y destacó que la policía obedeció órdenes superiores que impidieron el acceso de los tractores a la protesta, a pesar de los largos trayectos realizados por los agricultores. La organización agraria ha anunciado que celebrará cuatro protestas más a lo largo de febrero en distintos puntos de la Comunitat Valenciana, uniéndose a otras organizaciones agrarias y cooperativas.
LA UNIÓ anuncia movilizaciones conjuntas
La próxima protesta tendrá lugar en el puerto de Castellón el 15 de febrero, seguida de otra el 16 de febrero en San Isidro (Alicante) y una tercera el 22 de febrero en el puerto de Valencia. En medio de estas acciones, se destaca una gran tractorada en Madrid el 21 de febrero, donde agricultores de todas las comunidades autónomas, incluida la Comunitat Valenciana, se unirán bajo el lema «Nos sobran los motivos».
LA UNIÓ argumenta que existen razones de peso para movilizar al sector, incluyendo la competencia desleal de las importaciones, la exclusión de olivicultores y viticultores valencianos de las ayudas, malas cosechas y bajos precios para los cerealistas, la retirada de ayudas al gasóleo agrícola, sacrificio de animales por planes de sanidad cuestionables, y la constante imposición de nuevas exigencias ambientales que aumentan costos y burocracia.
El sector agrario valenciano se enfrenta a una serie de desafíos que van más allá de las protestas puntuales. La competencia desleal, la falta de apoyo gubernamental y la presión económica continúan generando tensiones en el sector. La solicitud de dimisión de la subdelegada del Gobierno subraya la insatisfacción y la necesidad percibida de un cambio en la gestión de las autoridades locales. La movilización conjunta con otras organizaciones agrarias y la tractorada en Madrid demuestran la determinación de LA UNIÓ de llevar su mensaje a nivel nacional y buscar soluciones para los problemas que enfrenta el sector agrario valenciano.
LA UNIÓ ha expresado su descontento con las políticas y decisiones gubernamentales que, según ellos, han dejado al sector agrario en una situación precaria. La falta de respuesta a los problemas mencionados, como la competencia desleal y la falta de apoyo financiero, ha llevado a la organización a intensificar sus acciones de protesta y buscar alianzas con otras entidades agrarias y cooperativas.
La actuación policial en PortCastelló ha generado un aumento en la solidaridad del sector agrario valenciano y ha reforzado la unidad entre distintas organizaciones. La dimisión solicitada de la subdelegada del Gobierno es un paso audaz que destaca la determinación de LA UNIÓ de responsabilizar a las autoridades de su percepción de falta de respaldo y comprensión hacia los agricultores y ganaderos.
El calendario de protestas extenso y completo anunciado por LA UNIÓ refleja la complejidad y diversidad de los desafíos que enfrenta el sector agrario. Desde la competencia global hasta las regulaciones ambientales, los agricultores y ganaderos deben lidiar con una serie de problemas que afectan su rentabilidad y sostenibilidad a largo plazo. La movilización conjunta en distintos puntos de la Comunitat Valenciana busca llamar la atención no solo sobre los problemas locales sino también sobre las cuestiones más amplias que afectan a nivel nacional.
Las movilizaciones previstas en el puerto de Castellón, San Isidro (Alicante) y Valencia ofrecen una oportunidad para que los agricultores expresen sus demandas y busquen soluciones concretas a sus problemas. La tractorada en Madrid, que contará con la participación de agricultores de toda España, es un intento de llevar la voz del sector agrario valenciano directamente al Ministerio de Agricultura, señalando la necesidad de una atención urgente a nivel nacional.
En última instancia, el sector agrario valenciano enfrenta una encrucijada crucial en la que las decisiones políticas y las medidas gubernamentales pueden tener un impacto significativo en su supervivencia y desarrollo. LA UNIÓ, al insistir en sus demandas y acciones de protesta, está forjando un camino para asegurar que las voces de los agricultores y ganaderos sean escuchadas y consideradas en la toma de decisiones políticas futuras. La consolidación de alianzas y la movilización masiva son estrategias clave para garantizar que el sector agrario valenciano reciba la atención y el apoyo necesario para superar los desafíos actuales y construir un futuro más sostenible
