La NEPG considera que los contratos de patata para 2022/2023 deberían aumentar al menos entre 3 y 4 € / 100 kg para ser interesantes ante la subida de los insumos

José Ignacio Falces

20 de noviembre de 2021

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La Asociación de Productores de Patata de Noreste de Europa, NEPG, que agrupa a los profesionales de Bélgica, Holanda, Alemania y Francia ha dado por finalizada la campaña 2021 con una producción de 22,7 millones de toneladas lo que representa una bajada del 3,4% en relación a la previa aunque se mantiene un 2,7% por encima de la media de los últimos cinco años.

Alemania ha sumado 8,3 millones de toneladas, un 2,6% menos que en 2020, aunque eleva ese dato un 3,9% en relación a la media alcanzada en los últimos cinco años. Le sigue Francia donde se han recogido 6,6 millones de toneladas, con una merma frente a los valores de la campaña anterior del 3,2% aunque es un 8,2% por encima de las cifras alcanzadas en el quinquenio anterior.

Bélgica es el país que aporta unos mejores datos con 4,4 millones de toneladas subiendo un 2,2% en la campaña anterior y un 3,9% en el promedio de las cinco campañas previas.

Por el contrario, destacar los malos datos de los Países Bajos con una reducción de la cosecha frente a la previa del 12,1% con los 3,2 millones de toneladas recogidos mientras que el descenso es del 10,5% en el caso de comparar con el promedio de los cinco años anteriores.

SUPERFICIE Y RENDIMIENTOS

Por lo que se refiere a las superficies, destacar que estas cayendo un 4,6% en relación a la campaña 2020 con 497.991 hectáreas, lo que supone 24.000 menos.

Los Países Bajos y Bélgica son los países que soportan un mayor descenso pues lo hacen en un 7,5% con 71.388 y 89.703 hectáreas, mientras que las reducciones tanto en Alemania como en Francia se sitúan por encima del 3% con 183.060 y 153.840 has, respectivamente.

En cuanto a los rendimientos, la media en el conjunto de estos cuatro países se ha situado en llos 45.600 kilos por hectárea, subiendo un 1,3% en relación a 2020 y casi un 2% si se comparan con los del último quinquenio.

Holanda es la que presenta las peores cifras con 45.500 kilo, bajando un 5,2 y un 4,3% en ese periodo. Francia también sufre una ligera reducción en esta campaña del 0,2% con 43.500 kilos aunque supera el promedio del quinquenio en un 1,3%; mientras que los datos en Alemania arrojan un ascenso del 0,9 y del 1,3% en esos dos intervalos temporales con los 43.500 kilos alcanzados. Los mejores datos los ofrece Bélgica pues con un rendimiento medio por hectárea en 2021 de 49.400 kilos supera en un 10,5% los de 2020 y en esa misma cifra los del quinquenio más reciente.

LA CAMPAÑA

Después de uno de los veranos más húmedos de las últimas décadas, las condiciones de fin de cosecha fueron difícilesen la mayoría de los países. Francia fue la excepción con una cosecha muy fácil y rápida.

En muchos casos, los agricultores retrasaron su cosecha esperando que la lluvia mejorara sus condiciones de cosecha, pero al final esto se volvió en contra de tal forma que a finales de septiembre y hasta octubre o noviembre, como ha sucedido en Bélgica, las cosechadoras de patatas estaban funcionando al 60-70% de su capacidad, lo que muestra la lentitud de la recogida.

Como ya se ha comentado los rendimientos brutos fueron en su mayoría de promedio buenos, pero los rendimientos netos serán menores debido a una cantidad considerable de pérdidas en los campos (daños por agua) y problemas fisiológicos del tubérculo, sin olvidar la complicada situación de los almacenamientos.

La ya citada bajada de la producción junto con la reanudación de la mayoría de los flujos de exportación de productos procesados, conduce a una cierta equilibrio entre la oferta y la demanda actuales. Los mercados libres siguen apoyados por la renuencia de productores para vender lo que ahora está almacenado, y por la dinámica de las ventas de productos terminados (las fábricas están teniendo dificultad para reconstruir las existencias). El procesamiento industrial, sin embargo, enfrenta dificultades de suministro y aumentos de costos para algunos insumos (energía, aceites, envases, mano de obra), mientras que las exportaciones distantes siguen dependiendo del posible resurgimiento de Covid-19 en todo el mundo.

Dejando a un lado estas incertidumbres, la mayoría de los observadores esperan mercados equilibrados durante toda la temporada, con precios agrícolas al menos similares a los contratos.

SIEMBRA 2022

Los mayores costos de producción, los precios alcistas de los cereales y la incertidumbre sobre los precios de los contratos podrían influir en 2022 en la superficie que se dedique a patata en Europa.

A lo largo de la temporada pasada los diferentes costos de producción han aumentado. El diésel y la electricidad aumentaron drásticamente. Para la próxima temporada, los precios de los fertilizantes han aumentado más del 50% para la potasa y entre el 200 y el 300% para el nitrógeno.

Al mismo tiempo, los precios que obtienen los productores por los cereales y la colza también han aumentado, lo que hace que estos cultivos sean más interesante y ciertamente menos riesgo que el cultivo de patatas.

Desde NEPG se recuerda que en el contrato de este año (cosecha 2021) los precios bajaron de 0,50 € / 100 kg a 2 € / 100 kg respecto al año pasado, según el tipo de patata (cultivo temprano o principal, variedad) y país. La NEPG considera que los precios contractuales para 2022/2023 deberían aumentar al menos entre 3 y 4 € / 100 kg para ser interesante.



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