Ganaderos de toda España han repartido hoy en la madrileña plaza de Callao 3.000 kilos de pollos a miles de ciudadanos. Los avicultores han exigido a la distribución que abandone el uso de la carne de pollo como reclamo a los consumidores. La organización agraria UPA, que ha organizado el reparto, cifra las pérdidas del sector en casi 20 millones de euros en el último año y ha anunciado la presentación de una nueva denuncia contra la gran distribución para que acabe con estas prácticas.
“La gran distribución engaña a los consumidores y hunde a los ganaderos con su política de productos reclamo”, así se ha expresado hoy el secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, durante el reparto de pollos que ha tenido lugar en Madrid.
Miles de ciudadanos han aguantado largas colas para hacerse con uno de los 1.500 pollos que los ganaderos han regalado “para evitar que los regalen las cadenas de la distribución” según sus palabras. Un gran cartel ha mostrado el rechazo a las prácticas de empresas como Carrefour, Mercadona, Día, Lidl, Alcampo o Hipercor.
UPA ha cifrado las pérdidas de ganaderos e industrias del pollo en 18,7 millones de euros desde junio del año pasado a causa de estas prácticas. La organización ha presentado un estudio sobre los precios del pollo en origen y destino que demuestra que la gran distribución realiza prácticas contra la competencia, ya que siguen “tendencias calcadas” de precios y además “lo venden por debajo de lo que cuesta producirlo”.
“Lo habitual es que una cadena de supermercados tire los precios a la baja y el resto sigan su ejemplo de inmediato, lo que al final se traduce en un hundimiento de los precios en toda la cadena”, ha explicado el líder de UPA, Lorenzo Ramos.
La organización ha anunciado la presentación de una nueva denuncia ante la Agencia de la cadena alimentaria del Ministerio de Agricultura, para que actúe con firmeza e impida el uso del pollo como reclamo.
Los ganaderos han explicado a los consumidores que comprar pollo a precios muy bajos es “pan para hoy y hambre para mañana, porque si cierran las granjas perderemos todo control sobre una de las carnes y fuentes de proteína más importantes para nuestra sociedad