La campaña de aceite de oliva, que concluyó el pasado 30 de septiembre, ha dejado un buen sabor de boca en la comercialización del producto, sobre todo tras el bajón registrado en la producción a nivel nacional. Tal y como se ha desprendido de la reunión mantenida por el MAGRAMA con la Mesa Sectorial del Aceite de Oliva, el balance ha sido mejor de lo esperado ya que se ha contado “con una notable reducción del stock al final de la campaña” con un total de 1.319.200 toneladas, un 19,5% menos de lo registrado la anterior campaña.
Por su parte la producción del líquido ha descendido nada menos que un 53% en solo un año, pasando del más de millón y medio de toneladas a las 826.000 de esta pasada campaña. Estos datos han afectado también al cómputo mundial del aceite de oliva y a las exportaciones, donde se ha producido una disminución del 25%.
El inicio de la campaña 2015/2016 tampoco deja buenas previsiones
Para esta campaña de aceituna de mesa, los datos iniciales han sido cuantificados por el MAGRAMA en algo más de 296.000 toneladas, un 13% menos respecto a lo registrado en estos mismos meses de 2014. La comercialización de la aceituna está siendo la parte más afectada, sobre todo dentro del país, registrándose hasta un 21% menos que el año pasado. Aún así según destaca el Ministerio, estos datos representan “un alto nivel de comercialización en relación a los recursos de mercado disponibles”.
