“Existe un grave problema de relevo generacional en el veterinario rural” Luis Miguel Colmenar, veterinario

José Ignacio Falces

30 de octubre de 2023

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Para hablar sobre el veterinario y la profesión veterinaria, la coyuntura actual en la que se encuentra, conocer hacía donde va la misma y su futuro, AgroNews se ha desplazado hasta Cuenca para conversar con Luis Colmenar Astudillo, presidente del Colegio de esa provincia, que es uno de los “veterinarios rurales” que se mantienen en la actividad y que, además, participa en la gestión de una explotación familiar, con lo que nos ofrece una visión amplía de todos estos temas.

 

¿En qué momento se encuentra la profesión veterinaria en estos momentos?

En teoría debería estar en un buen momento, dada la diversidad de campos de trabajo en todas las fases de la cadena alimentaria, sin embargo, si entramos a analizar la situación, y hablo en concreto de lo que veo en Cuenca y en Castilla La Mancha, la sensación es que el desánimo está cundiendo entre muchos compañeros. Existen nuevas incorporaciones que abandonan a los pocos años de colegiarse. La razón: la veterinaria es una profesión con fuerte carga vocacional, sin embargo, la percepción de los profesionales es la de un bajo reconocimiento y reputación por parte de la sociedad.

La profesión en los nuevos veterinarios se orienta fundamentalmente hacia la clínica de animales de compañía, de ahí que, tanto por las condiciones de trabajo como salariales, no se cubran las expectativas de estos. Por eso hay escasez de veterinarios que trabajan con animales de producción y esta situación se ve agravada en el caso de los veterinarios rurales (en zonas muchas veces despobladas), que trabajan con rumiantes (ovino y bovino).

También cabe destacar la creciente feminización de la profesión, que en muchas ocasiones son mayoría en las aulas universitarias.

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Luis Colmenar Astudillo, presidente del Colegio de Veterinarios de Cuenca

¿Qué se puede hacer para mejorar esa situación?

Para revertir la situación actual y conseguir el lugar que creo se merece nuestra profesión, sin duda, es necesario que se prestigie y potencie el conocimiento de la profesión veterinaria, que se tenga en cuenta a los profesionales veterinarios a la hora de legislar, labor que compete en buena medida a nuestros órganos de representación. Empoderar al veterinario y otorgarle prestigio profesional como garante de la sanidad animal, la salud humana y la ambiental (lo que se conoce actualmente como ONE HEALTH / UNA SALUD).

Es necesario igualmente elevar el grado de formación implementando la parte de gestión empresarial y potenciando la especialización, no solo en clínica de animales de compañía sino en otros campos fundamentales como son los animales de producción, la industria agroalimentaria o la salud pública entre otros.

El veterinario, acorde con la demanda social, debe liderar el desarrollo en Bienestar Animal desde un tratamiento ético de los animales utilizando siempre la ciencia como argumento.

Son muchas las voces que aseguran que el conjunto de la sociedad desconoce la labor de los veterinarios más allá de su labor con las mascotas ¿Comparte esa opinión?

Es evidente. Muchas personas conocen el trabajo de los clínicos de pequeños animales, quizás el más visible,  pero el campo de la veterinaria va mucho más allá, estamos presentes en toda la cadena de producción de alimentos, desde la granja a la mesa. Este desconocimiento lo hemos comprobado hace unos días en una Feria de la Naturaleza en Cuenca en la que pudo participar la población en una pequeña encuesta acerca de los campos profesionales en los que desarrollamos nuestro trabajo, y la mayoría eran desconocedores de la labor preventiva que llevamos a cabo, del trabajo en las granjas, en los mataderos, en inspecciones a establecimientos etc.

Hablemos de la labor de los veterinarios en el campo ¿Es cierta que faltan profesionales? ¿Cómo se podrían incentivar a los nuevos veterinarios?

Se está poniendo en peligro el relevo generacional del veterinario presente en la granja que trabaja al lado del ganadero. Esta situación se ve agravada en buena parte del medio rural (la denominada España vaciada) donde el veterinario trabaja en condiciones difíciles y no se siente apoyado, por parte de la administración, ni suficientemente valorado, por parte de la sociedad.

Los nuevos Veterinarios

Creo que esta figura es fundamental no solo para implementar los tratamientos  a los animales, planes vacunales, saneamiento…sino también porque debe de conocer de primera mano la situación de la granja para establecer planes de prevención y medidas profilácticas, en una visión integral de la explotación para desarrollar las funciones que le exige la legislación (RD 364/2023 – en el que se recogen las funciones de los veterinarios de explotación) como son las visitas zoosanitarias, diseño redacción y supervisión de Planes Sanitarios Integrales y Planes de Bienestar Animal, así como asesoramiento al titular de la explotación,  elaboración de propuestas de mejora sobre la aplicación de las normas de bioseguridad etc.

¿Preocupa en el sector la proliferación de noticias sobre la presencia de enfermedades en el ganado y las consecuencias que pueda tener de cara al consumidor? ¿Está en peligro la seguridad alimentaria?

La verdad es que está siendo un año complicado para los veterinarios, la aparición en nuestra comunidad y provincia de enfermedades emergentes y por suerte no zoonósicas, conllevan una carga de trabajo extra en las granjas (lengua azul, viruela ovina, EHE). El cambio climático y la proliferación de fauna silvestre han sido coadyuvantes en este aspecto. Pese a ello, la labor de ganaderos y veterinarios es fundamental para la garantía de la seguridad alimentaria y con ello de nuestra salud.

¿Qué podemos hacer con la fauna silvestre que se ha demostrado que es el principal vector de transmisión de enfermedades al ganado?

Creo que nadie pone ya en duda el peso que la fauna silvestre es un reservorio y transmisor de enfermedades, tanto a animales de producción como de compañía y también a las personas.

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Luis Colmenar Astudillo, presidente del Colegio de Veterinarios de Cuenca

Es fundamental la detección temprana de la enfermedad mediante muestreos generalizados, siendo más proactivos en las medidas de control de la enfermedad. Los veterinarios colaboradores en actividades cinegéticas serían una pieza básica en este trabajo si la Administración contara con ellos en este tema.

Hay que incidir en el control poblacional mediante la intervención en el hábitat por la gestión cinegética (caza), evitando la formación de grandes grupos, con un control más riguroso de los movimientos de animales (granjas cinegéticas), evitar la convivencia de animales cinegéticos y de producción en los mismos pastos en explotaciones que tienen ambas actividades sería otra medida útil y la gestión adecuada de los SANDACH (subproductos alimentarios).

Otro punto fundamental es la coordinación entre administraciones: Agricultura (subproductos y control enfermedades), Sanidad (control de los productos obtenidos en la caza que pasan a cadena humana) y Medio Ambiente (cotos de caza)

Es un asunto complicado que necesita debate y escuchar muchas voces, una de ellas la de los veterinarios.

¿Tiene futuro la profesión veterinaria en el campo?

Evidentemente que sí y además creo que es fundamental, hay muchos campos y posibilidades que se nos abren, y con las nuevas tecnologías todavía más…

Sin embargo, es cierto que faltan veterinarios, apenas hay relevo generacional, sobre todo en el caso, como el mío, del “veterinario rural”. Luis Alberto García Alía compañero nuestro tristemente fallecido, siempre decía que “sin veterinarios rurales, no es posible un desarrollo rural sostenible” y cada vez estoy más de acuerdo con él, porque el veterinario rural es el agente fundamental para el desarrollo de la ganadería y de la agricultura. Entre todos tenemos que tratar de incentivar su llegada, reconociendo su labor, mejorando las condiciones laborales etc. En este punto las administraciones tienen un papel fundamental otorgándole estatus y las herramientas necesarias para realizar su trabajo.

Sin embargo, es cierto que faltan veterinarios, apenas hay relevo generacional, sobre todo en el caso, como el mío, del “veterinario rural”. Luis Alberto García Alía compañero nuestro tristemente fallecido, siempre decía que “sin veterinarios rurales, no es posible un desarrollo rural sostenible”

¿Cómo es la situación actual en CLM y cuáles serían las soluciones?

Como hemos comentado ya, este año está siendo complicado para los veterinarios. A la aparición en nuestra comunidad de enfermedades emergentes se ha unido la entrada en vigor de normativas nuevas y complejas: el ya citado Decreto que regula las funciones del veterinario de explotación, la Ley de protección de los derechos y el bienestar de los animales y la ampliación a más especies de la normativa de bienestar animal en animales de producción.

Los veterinarios esperamos que la administración nos dote de herramientas para poder llevar a cabo nuestro trabajo conforme a estas nuevas normativas. Sería deseable que facilitase el trabajo burocrático que ello implica (recetas, informes, certificaciones, memorias, libro de explotación, etc) unificando criterios.

En CLM son 20.000 las explotaciones ganaderas existentes y muchas de ellas están situadas en zonas rurales muy despobladas y dispersas, lo que dificulta enormemente el trabajo. Sería deseable el apoyo técnico integral al ganadero como primer eslabón en la producción de alimentos dentro de un plan global que cuide el impacto de la ganadería en el medio ambiente: control de residuos, aprovechamiento de recursos. Sin olvidarnos del uso racional del medicamento.

Para todo ello es fundamental el incremento del nivel formativo y el conocimiento y uso de medios digitales, así como las ayudas para la monitorización de determinados aspectos productivos de una forma más sistematizada-

Por último. ¿Cómo afronta la profesión todos estos nuevos retos?

Si partimos de que la sanidad animal es la base de la seguridad alimentaria y la salud humana y que los veterinarios tenemos experiencia en la gestión de enfermedades pandémicas, epidémicas y zoónosicas (campañas de control y erradicación) vemos que los campos de trabajo son amplios, pero los veterinarios tenemos los suficientes conocimientos transversales para abordar estos retos desde la perspectiva de “UNA SALUD”, en el trato de la enfermedad, la salud el bienestar de los animales y el manejo y prevención de las zoonosis.

Animo a las nuevas generaciones a que afronten estos retos de una forma vocacional y consciente de su importancia, a la sociedad en general a que conozca y ponga en valor nuestro trabajo y a la Administración a que cuente con nosotros en todos los ámbitos en los que podemos y debemos desarrollar nuestros conocimientos.



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