El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León, Gerardo Dueñas, responde en esta entrevista a las principales cuestiones de actualidad del sector primario: la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica, la flexibilidad de la PAC, la llegada de grandes multinacionales al campo o la política de seguros agrarios.
Esta semana se ha reunido con las organizaciones agrarias, ¿Qué le han pedido y qué respuesta va a dar a esas demandas?
Estuvimos desarrollando las últimas fases que nos queda para el decreto de reconocimiento de entidades colaboradoras por parte de las organizaciones en Castilla y León según la Ley Agraria, algo que desde 2014 habían reclamado y hasta ahora ningún gobierno había desarrollado. Ese decreto estará operativo antes de final de año y les dará una mayor capacidad de interlocución con el sector y un mayor apoyo por parte de la Administración. Por otro lado, en cuanto a la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica, que nos dejó fuera de juego por la falta de información del ministerio y la gravedad, analizamos la situación y me comprometí a ver cómo se puede sacar una línea de apoyo, independiente de seguir exigiendo la reunión al ministro Planas.
¿Qué tipo de ayudas se plantea la Junta?
No lo hemos analizado, hasta ahora hay dos comunidades autónomas que se han comprometido a hacer algo: Aragón, que va a apoyar el coste de la desinsectación y Cantabria, que va a buscar un modelo de indemnización similar al del lobo por los animales fallecidos. Nosotros tenemos que analizar diferentes propuestas a ver cuál es la que puede ser mejor para nuestros ganaderos.
¿Cuándo tendrá respuesta para lo que le pidieron ayer las organizaciones?
Pronto, nuestra intención es que a lo largo del mes de octubre seamos capaces ya de tener diseñada la línea de ayuda y esté, incluso, si pudiéramos pagada antes de final de año porque entendemos que el sector tiene una situación bastante grave y, por tanto, cuanto antes le pudieran llegar los apoyos, mejor para ellos.
En Castilla y León se calcula que han muerto en torno a 2000 animales por EHE, ¿Cómo esperan que sea la evolución en los próximos meses?
En primer lugar, esa diferencia de 2000 animales son el total de muertes que hubo el año pasado a una fecha y las que ha habido este año, no sabemos si el 100% son por parte de la EHE o no, eso hay que verlo cuando los ganaderos vayan haciendo las comunicaciones a las unidades veterinarias. Pensamos que ahora, con la bajada de las temperaturas, el mosquito dejará de tener actividad. Nosotros seguimos haciendo estudios en los diferentes tipos de ganaderías, tanto ganadería de lidia, como de producción de carne o producción de leche, incluso estamos analizando las diferentes especies porque parece ser que que el virus afecta de manera más virulenta sobre todo a Charoles o Limusin, más que otras razas autóctonas. Cuando vuelva otra vez a aparecer el mosquito también estamos trabajando con la estación de avisos de ITACyL y ser capaces, un poco de prevenir antes de que puedan actuar y picar a las a las vacas.
El ministro de Agricultura en funciones, Luis planas, ha acusado a la Junta de Castilla y León politizar la EHE, ¿cree que se ha politizado?
Yo creo que la mayor politización fue cuando el Ministerio puso encima de la mesa el 155 cuando quisimos flexibilizar un poco el movimiento de la cabaña ganadera y, a partir de ese momento, yo creo que ha sido fundamentalmente él el que utilizó un criterio político en un momento muy concreto de elecciones para utilizar un sector como moneda de cambio. La enfermedad ya apareció en España en noviembre del año pasado y el Ministerio ha pasado sobre ella prácticamente sin haber aportado nada.
Sobre la gripe aviar, es preocupante lo que está lo que está pasando en Francia, ¿Cómo lo está viendo?
Es verdad que Francia no termina de controlar la gripe aviar y eso que tiene una estrategia de vacunación diferente a otros países, lo que le limita luego la exportación. Nosotros tenemos un plan diseñado con el sector desde el año pasado, que esperemos que no haya que poner en funcionamiento.
¿Tienen previsión de que vaya a haber flexibilidad de PAC en este momento de siembras?
De momento ni la Comisión Europea ni el Ministerio han hablado de flexibilización, un país como España no tiene mucho sentido que estemos en una situación como la que estamos donde vamos a importar cerca de 20 o 25 millones de toneladas de cereales y se nos obliga a hacer un 4% de barbecho. Hemos definido una estrategia con las opas para plantear determinados puntos de flexibilización que nos pide el sector y negociarlo con el Ministerio para que sea capaz de trasladarlo a la a la Unión Europea.
Este año la cosecha del cereal de invierno ha sido de las peores de este siglo XXI por la falta de agua, contra la sequía se recomienda por parte de todas las administraciones que los agricultores vayan contratando seguros, pero las organizaciones critican lo que han subido las primas de los seguros y piden ayudas,¿las habrá? Por otro lado, ¿qué opina del sistema de seguros agrarios, es necesario cambiarlo?
La Consejería va a seguir apostando por el apoyo al seguro, una de esas líneas que hemos desarrollado para los próximos años, y que está incluida dentro de ese paquete de 145 millones de euros que hemos puesto encima de la mesa para apoyar al sector como consecuencia de la sequía, está el crecimiento hasta los 15 millones de euros de apoyo al sistema de aseguramiento. Con nuestro apoyo y el apoyo de el Ministerio, si es que sigue siendo, nos acercaremos al 70% que es el máximo de subvención que tienen las líneas de Agroseguro. Además, hace un mes trasladamos tanto a Agroseguro como a Enesa que debería haber eliminado este año, dentro del cálculo para las primas de seguro, porque hay zonas donde el incremento del coste de la prima está entre un 60 y un 70%, pero de momento han tenido a bien hacer esa modificación, entonces si no hacemos atractivo el seguro, pues habrá zonas donde el nivel de aseguramiento seguirá siendo escaso porque los rendimientos asegurables no son atractivos para el agricultor.
En cuanto a la segunda pregunta, sí entiendo yo que hay que buscar un modelo de seguro diferente que intente universalizar porque al final tenía que ser una política que tuvieran todos los agricultores y ganaderos para cubrir un aparte de los costes, hay determinados cultivos y determinadas zonas de producción donde no es atractivo el modelo actual, hay que intentar si vamos a un mismo modelo incrementar la producción asegurable para les sea atractivo y si no, intentar ir hacia un modelo de seguro más de rentas, que lo que haga es garantizar un mínimo de para cubrir los costes de producción de ese año por parte del sector tanto agrícola como ganadero.
En cuanto al demandado y deseado equilibrio en la cadena alimentaria, cómo van los informes de costes por sectores que se comenzaron con el sector vitivinícola?
Hemos empezado a avanzar en otra serie de sectores que veíamos también bastante sensibles para el sector productor como el vacuno de leche, el lúpulo y el ovino de leche. Estamos también en los últimos trámites para la publicación de la Orden del Observatorio de la cadena alimentaria, que va a permitir que todos los eslabones de la cadena nos reunamos junto a la administración para intentar consensuar el desarrollo de la Ley y que todos los eslabones, lógicamente cumplan lo que marca la ley es que tengan un margen suficiente para poder existir.
¿Estará listo antes de que termine este año 2023?
Sí, pensamos que la orden del Observatorio tiene que estar antes de finales de año y tiene que estar incluso constituido. Hay algún participantes que quiere estar, como la CEOE y estamos analizando quién formará parte de ese observatorio.
El histórico sindicalista Matías Llorente decía que uno de los principales problemas que tiene ahora el campo es la llegada de los fondos de inversión y multinacionales al sector primario, ¿comparte esa visión?
La verdad que es una realidad y lo que hay que hacer es intentar saber convivir con esa realidad. Castilla y León no es el ejemplo, pero hay comunidades autónomas como la Valenciana con más de 175.000 hectáreas abandonadas incluso una parte de regadío, en Cataluña con algo más de 100.000 hectáreas abandonadas. Además, cada vez nos estamos encontrando que, paralelamente, un modelo tradicional de una agricultura complementaria, o sea, una agricultura no profesional, de fin de semana que no supone el principal ingreso por parte de ese sector y que, en el momento en el que hay situaciones un poco complejas, esa gente sale del sector. Hoy por hoy, más que particulares en determinadas situaciones están entrando empresas y están entrando fondos, pues a ocupar ese espacio para buscar quizá otros cultivos diferentes a lo que se venía haciendo de manera tradicional. En Castilla y León empiezan a aparecer ya empresas importantes con interés de poner superficies elevadas sobre todo de árboles, fundamentalmente de frutales de hueso y es algo con lo que hay que convivir, o sea de alguna manera. Yo creo que tanto el sector profesional como no profesional va a tener que convivir en un futuro y lo que sí que tenemos que tener claro desde la administración es que nuestra prioridad siempre tiene que ser el agricultor y el ganadero profesional el que viva realmente de esa actividad.