Debate y diálogo sobre el futuro del agua. Con esa premisa se ha inaugurado esta mañana en el edificio del antiguo Hospital viejo perteneciente a la Diputación de Valladolid una jornada divulgativa en la que han participado regantes, organizaciones agrarias y Confederación Hidrográfica del Duero. En ella se ha puesto sobre la mesa la revisión del Plan Especial de Sequías en la Cuenca del Duero que actualmente se encuentra en fase de información pública.
El presidente de la CHD, Juan Ignacio Diego, ha atendido a Agronews antes de la inauguración del acto en la que ha hablado sobre los retos que aún tiene el sector: “Pretendemos facilitar a todos los interesados el borrador del documento que enviamos al Plan de Sequía y la importancia del Cambio Climático sobre la sequía, que tiene un efecto de mayor intensidad, hay que prepararse para estas situaciones que cada vez son más habituales”.
Una oportunidad para elaborar una posición firme de comunidad sobre esta cuenca a través de este documento con el que se planificará qué pasos a seguir cuando suceda una situación como la del año pasado. Para ello considera “fundamental” establecer herramientas de diagnóstico previas así como un seguimiento técnico adecuado que ayude a planificar las siembras y las atenciones a abastecimientos -para el caso de consumo humano- a los usuarios.
Ahora la CHD trabaja en la Planificación Hidrológica que presentó en 2016 que permitirá la construcción de nuevos embalses en las cuencas del Órbigo y el Carrión, donde se detecta un déficit hídrico habitual, aunque no es objeto del plan que se centra más en sequías “coyunturales”. Ello, junto a la orden de contadores para grandes explotaciones sirven para que mejore la medición del uso del agua que permita una gestión más eficiente.
Embalses al 30 por ciento
La campaña ha sido calificada por de Diego como “complicada” y que invita a la planificación con “contención” con embalses 17 puntos por debajo de lo registrado en este mismo periodo del 2017. En cuanto a los expedientes sobre las comunidades de regantes de Tordesillas y Geria, localidades vallisoletanas que según la CHD habrían excedido el uso del agua en la anterior campaña, el presidente ha avanzado que la propuesta de sanción ya está en manos del ministerio: “No hay mano dura sino que la población y los regantes piden rigor y que no hayan abusos, cuando el agua escasea hay que compartirla entre todos, hay mucha competitividad y no se puede limitar la capacidad de actuación de otros agricultores o usuarios de agua” ha destacado.
«No tendremos más remedio que apostar por el girasol esta campaña»
Por su parte los regantes comparten su incertidumbre sobre las planificaciones de este año: “Hemos sembrado un poco de cereal de 1.000 kg. la hectárea que no cubre ni los costes de producción y el resto lo jugaremos al girasol, de bajo rendimiento, no tenemos agua para defender maíz o remolacha” aseguraba José Antonio Burgos, presidente de los regantes de la Cuenca del Carrión.
A su juicio cree que el pantano de Vidrieros -actualmente en desuso – podría ser una de las solución junto al mejor aprovechamiento de los desniveles en zonas como Cabezón o Valoria la Buena en Valladolid para recoger hasta 35 hectómetros cúbicos de agua al día que, en la actualidad, van a parar al mar: “Eso serviría para embalsar una buena parte de ese agua en años de sequía que pueden llegar a dos o tres seguidos”.
Desde la comunidad de regantes del Pisuerga, su presidente se muestra igual de pesimista: “Este año tenemos 60 hectómetros cúbicos embalsados con poco más del 15 por ciento embalsado, todas las siembras de cultivo en verde están paradas y con esta incertidumbre nadie se atreve a sembrar cultivos que requieren más inversión. Si los cultivos de verano siguen igual, nos decantaremos por el girasol” explicaba Alberto Nebreda. Las lluvias primaverales y el deshielo serán las claves para saber el futuro de la próxima campaña.
