En un contexto de creciente preocupación por la seguridad y la sostenibilidad ambiental, la gestión de los restos de poda en la Comunidad Valenciana se convierte en un tema de debate candente. La petición de LA UNIÓ a la Generalitat para permitir la quema controlada de estos residuos bajo condiciones específicas resalta la urgencia de encontrar soluciones equilibradas que concilien la prevención de incendios con las prácticas agrícolas sostenibles.
El Dilema de la Quema de Restos Agrícolas
La Petición de LA UNIÓ
El 30 de abril de 2024, LA UNIÓ Llauradora remitió un escrito a la Conselleria de Justicia, instando a la Generalitat a reconsiderar la regulación actual que prohíbe la quema de residuos agrícolas en las parcelas situadas a más de 100 metros de terrenos forestales. Este pedido se sustenta en las recientes condiciones climáticas que presentan un riesgo bajo de incendios, argumentando que es el momento adecuado para gestionar los restos de poda sin comprometer la seguridad.
Restricciones Vigentes y Sus Impactos
Desde el 15 de abril, una resolución de la Dirección General de Prevención de Incendios Forestales ha establecido la prohibición total de quemas en terrenos forestales y zonas adyacentes hasta el 15 de octubre. Esta medida, aunque esencial para la prevención de incendios, ha planteado desafíos significativos para los agricultores, especialmente en la gestión de la biomasa residual que, si no se controla, podría aumentar el riesgo de incendios durante los meses más secos y cálidos.
Riesgos y Realidades de la Acumulación de Restos de Poda
Una Bomba de Tiempo Potencial
Carles Peris, secretario general de LA UNIÓ, describe la situación como una «bomba de tiempo» dado que los restos de poda, al acumularse y secarse en el campo, podrían actuar como un combustible altamente inflamable. Además, la acumulación de estos residuos puede atraer y aumentar la población de fauna silvestre, complicando aún más la gestión del terreno.
Variabilidad y Flexibilidad en la Normativa
La necesidad de una regulación más flexible que se adapte a las condiciones meteorológicas y las características específicas de cada zona es un punto crucial. Peris aboga por un enfoque más matizado que permita quemas controladas cuando las condiciones son seguras, evitando así generalizaciones que no toman en cuenta las particularidades locales.
Propuestas y Soluciones a Largo Plazo
Más Autonomía para los Ayuntamientos
LA UNIÓ sugiere que se otorgue más poder a los ayuntamientos para gestionar las quemas y definir zonas específicas dentro de sus municipios, permitiendo así una respuesta más ágil y adaptada a las realidades del terreno.
Incentivos para la Agricultura y Ganadería Extensiva
Además de ajustar las normativas de quema, LA UNIÓ propone incentivar la ganadería extensiva y ofrecer pagos por servicios ecosistémicos a agricultores y ganaderos. Estos incentivos, financiados por el segundo pilar de la Política Agrícola Común (PAC), podrían prevenir incendios y mejorar la rentabilidad de los terrenos agrícolas limítrofes con áreas forestales.
La gestión de restos de poda en Valencia es un claro ejemplo de cómo las políticas de gestión ambiental deben equilibrar la protección contra riesgos naturales con el apoyo a las prácticas agrícolas sostenibles. La situación demanda un diálogo continuo entre los agricultores, las autoridades locales y la Generalitat para desarrollar estrategias que sean tanto efectivas en la prevención de incendios como en la promoción de una agricultura viable y sostenible.
