La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Córdoba ha pedido a las autoridades competentes la eliminación de obstáculos que dificultan la creación de balsas y microembalses, destacando su importancia para mitigar los efectos de la sequía en el sector agrícola y ganadero. El presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, ha resaltado que las recientes lluvias han sido beneficiosas para el campo cordobés, pero insiste en la necesidad de aprovechar al máximo los recursos hídricos disponibles.
Fernández de Mesa señala que, durante los periodos de intensas lluvias, sigue habiendo un desperdicio considerable de agua que fluye hacia el mar. En este sentido, destaca la importancia de construir balsas y microembalses para almacenar el exceso de agua durante las épocas de lluvia y utilizarla posteriormente en momentos de escasez. Estas infraestructuras no solo previenen desbordamientos de cauces, sino que también contribuyen al ahorro y gestión eficiente del agua en la cuenca.
La organización agraria enfatiza la necesidad de eliminar las restricciones existentes para realizar bombeos directos a las balsas utilizando aguas de escorrentía invernales. Un ejemplo claro de esta problemática lo constituyen los riegos de Jauja, a los que se les niega la posibilidad de construir una balsa y bombear agua del río Genil, lo cual resulta contradictorio dado que estas aguas se pierden en el mar. Asaja considera que estas trabas son injustificadas y perjudiciales para la economía rural.
En línea con estas demandas, Asaja aboga por promover el uso de aguas regeneradas para riego, subrayando que su falta de utilización puede frenar inversiones y la generación de riqueza en el sector agrícola. Además, la organización insiste en la importancia de mantener las inversiones previstas para mejorar las instalaciones hidráulicas, asegurando que el campo esté mejor preparado para enfrentar periodos de sequía en el futuro.
Balsas en Córdoba
Por otro lado, Asaja también destaca la necesidad de corregir el agravio histórico que sufre la provincia de Córdoba en materia de regadío. La provincia presenta una significativa infrautilización de recursos hídricos en comparación con otras provincias de la cuenca del Guadalquivir, a pesar de contar con una importante capacidad de almacenamiento de agua. En este sentido, la organización solicita un aumento significativo de hectáreas de olivar en riego en la provincia y la finalización de proyectos de ampliación de zonas regables, como el Genil-Cabra, garantizando dotaciones de agua adecuadas para todos los usuarios.
En resumen, Asaja destaca la importancia de eliminar trabas para la construcción de infraestructuras hídricas y promover un uso eficiente del agua en el sector agrícola y ganadero. La organización considera que estas medidas son fundamentales para garantizar la sostenibilidad del sector y mitigar los efectos adversos de la sequía en el campo cordobés.
En esta línea, Asaja hace hincapié en la necesidad de continuar impulsando la modernización de los sistemas de riego, especialmente aquellos que tienen toma directa del Guadalquivir. Esta modernización no solo mejoraría la eficiencia en el uso del agua, sino que también contribuiría a optimizar la distribución de este recurso vital en momentos de escasez. Además, la organización aboga por la realización de nuevos proyectos de riego en zonas como el Guadajoz, lo cual podría suponer un impulso económico para estas áreas rurales y garantizaría un abastecimiento adecuado de agua para las actividades agrícolas.
Otro aspecto fundamental resaltado por Asaja es la importancia de mantener un adecuado mantenimiento de los cauces y embalses. La limpieza periódica de estas infraestructuras es crucial para prevenir inundaciones y garantizar un flujo adecuado de agua, especialmente en momentos de lluvias intensas. Asimismo, un mantenimiento adecuado contribuiría a preservar la calidad del agua y a prevenir la proliferación de enfermedades transmitidas por el agua, protegiendo así la salud pública y el medio ambiente.
Por último, Asaja destaca la necesidad de flexibilizar las normativas que regulan la construcción de microembalses y balsas de almacenamiento de agua. Actualmente, las restricciones existentes dificultan la realización de estas infraestructuras, lo que limita la capacidad de los agricultores y ganaderos para gestionar el agua de manera eficiente. Por tanto, la organización aboga por la implementación de políticas que fomenten la construcción de este tipo de infraestructuras, lo cual beneficiaría tanto al sector agrícola como al medio ambiente en general.
