Asaja vuelve a denunciar la comercialización de lechazo francés como autóctono

Agronews Castilla y León

29 de noviembre de 2016

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Lo de todos los años. Asaja ha vuelto a denunciar hoy la introducción de lechazo procedente del sur de Francia en el mercado nacional haciéndolo pasar por autóctono aprovechando para ello el escaso control de su trazabilidad, un problema que, lejos de arreglarse, parece prolongarse en el tiempo y profundizarse en esta época del año.

La situación se repite con regularidad desde hace ya varios años

Según los cálculos de la organización agraria, alrededor de 130.000 de los 300.000 lechazos que se sacrificarán en Castilla y León durante las próximas semanas provienen del norte de los Pirineos, es decir, el 43 por ciento del total. Y todos ellos, autóctonos y foráneos, se venderán remarcando que están sacrificados en Castilla y León, pero sin especificar su origen, lo que supone, según Donaciano Dujo, presidente de Asaja en la comunidad, una auténtica “estafa” que no hace sino “perjudicar” a los ganaderos castellano y leoneses y a los clientes, que “pagan más” por un “subproducto”.

En este sentido, Dujo ha insistido en que la situación supone un impacto directo y terriblemente negativo en un sector clave de la economía regional. Según los cálculos de Asaja, el sacrificio de esas 130.000 cabezas de ganado permitirían el mantenimiento de otras 300 explotaciones ganaderas en la comunidad, con todo lo que ello conlleva en un momento en el que el sector, además, apenas genera beneficios por este tipo de competencia. Este año, por ejemplo, se paga el kilo de lechazo vivo a uno 5,1 euros, mientras que en 2014 se pagaba a 6,2 euros. Básicamente, denuncian los ganaderos, los márgenes de beneficios son prácticamente nulos o, en algunos casos, negativos.

Pero la situación no sólo afecta negativamente a los ganaderos, sino también a los clientes, que“están siendo engañados” con el visto bueno e incluso la implicación de varios de los agentes vinculados a la comercialización de los lechazos, como los mataderos y, sobre todo, las distribuidoras. El problema, mantiene Dujo, es que buena parte de las superficies comerciales que operan en España tienen capital extranjero y prefieren dar prioridad a sus propios productos.

Exigencias

Por todo ello, desde Asaja se ponen sobre la mesa varias exigencias, dirigidas fundamentalmente a las administraciones públicas, a quienes reclaman un desarrollo integral de la normativa de la cadena alimentaria y obliguen a productores y distribuidores a clarificar el origen de los productos. Mientras tanto, la organización agraria también pide a los consumidores que se fijen bien en las etiquetas y compren lechazos cuya procedencia ya está garantizada con el sello de la Indicación Geográfica Productiva (IGP) del lechazo de Castilla y León o, en su defecto, por el marchamo Tierra de Sabor.

G. de la Iglesia - www.burgosconecta.es


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