En un contexto donde la resistencia a los antimicrobianos (RAM) representa una de las mayores amenazas para la salud pública global, un nuevo informe de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) arroja luz sobre un inquietante aumento en el uso de antimicrobianos en animales. Este incremento, calculado en un 2% a nivel mundial entre 2019 y 2021, sugiere una desaceleración en los esfuerzos por optimizar el uso de estos medicamentos críticos en el sector de la sanidad animal. Esta tendencia fue destacada durante la 9ª Reunión del Grupo de Líderes Mundiales sobre Resistencia a los Antimicrobianos, celebrada en Suecia.
La urgencia de una acción decidida
Jakob Forssmed, miembro del GLG y Ministro de Asuntos Sociales y Salud Pública de Suecia, enfatiza la necesidad de una acción urgente. “Contar con sistemas de vigilancia sólidos es fundamental para respaldar decisiones informadas que permitan implementar intervenciones rentables contra la RAM en el marco del enfoque ‘Una sola salud’”, afirma Forssmed. Esta declaración resalta la conexión intrínseca entre la salud de animales, humanos y el ambiente.
Implicaciones económicas y de salud de la RAM
Los antimicrobianos son fundamentales para prevenir, controlar y tratar enfermedades infecciosas en animales y humanos. Sin embargo, la creciente resistencia a estos medicamentos no solo amenaza la salud, sino también la economía global. Según informes económicos, la RAM podría reducir la esperanza de vida mundial en 1,8 años para 2035 si no se toman medidas efectivas.
El sector de la sanidad animal desempeña un papel fundamental en los esfuerzos por frenar la RAM promoviendo un uso más responsable de los antimicrobianos. Por lo tanto, debe recibir un respaldo adecuado que le permita contribuir a la aceleración de la respuesta frente a esta amenaza creciente.
Dra. Monique Eloit, directora general de la OMSA.
Vigilancia y monitoreo: Piedras angulares de la estrategia global
Desde 2015, la OMSA ha monitoreado el uso de antimicrobianos en animales a través de ANIMUSE, una base de datos que proporciona acceso a información crucial sobre este tema. Esta iniciativa ha permitido triplicar el número de países con sistemas de vigilancia en la última década. Monique Eloit, directora general de la OMSA, destaca los desafíos y progresos observados: «El sector de la sanidad animal juega un papel crucial en los esfuerzos por frenar la RAM, promoviendo un uso más responsable de los antimicrobianos».
Hacia una prevención efectiva de la RAM
La prioridad identificada para combatir la RAM de manera efectiva en animales es la implementación de medidas preventivas. Entre estas, las vacunas juegan un rol fundamental. Sin embargo, el financiamiento para I+D en vacunas zoosanitarias ha sido escaso, con solo seis céntimos de cada 10 dólares invertidos entre 2017 y 2024. Esto subraya la necesidad urgente de fomentar la investigación y el desarrollo de nuevas herramientas en sanidad animal.
Uso de antimicrobianos para la promoción del crecimiento: Un desafío persistente
A pesar de los avances hacia la eliminación del uso de antimicrobianos como promotores de crecimiento en animales sanos, casi el 20% de los miembros de la OMSA aún emplea esta práctica. Además, al menos el 11% sigue utilizando antimicrobianos de alta prioridad y de importancia crítica para la medicina humana, como la colistina, para estos fines. La OMSA insta a sus miembros a restringir el uso de antimicrobianos exclusivamente al uso médico veterinario y a entablar un diálogo activo con las partes interesadas para lograr la prohibición total de su uso como promotores de crecimiento.
Conclusión: Un llamamiento de la OMSA a la acción colectiva
El último informe de la OMSA es un llamado a la acción para intensificar los esfuerzos globales y salvaguardar la salud y el bienestar de las generaciones presentes y futuras. La eficacia de los antimicrobianos está en juego, y con ella, la salud de todos. Es imperativo redoblar los esfuerzos colectivos para enfrentar esta creciente amenaza.