El Paquete Lácteo que impulsó hace más de una década la Unión Europea fijó la obligatoriedad de firmar contratos para los ganaderos de leche con el objetivo de que supieran a cuánto iban a cobrar su producto y pudieran negociar ese precio. La realidad es que los contratos se firman, pero la negociación no se produce.
Así lo denuncia el presidente de la Asociación Láctea Empresarial (que aúna al 30% de productores de Castilla y León), Fernando Aláiz, que asegura que todas las empresas están llevando contratos a la baja por los que pagan 30 euros menos por cada tonelada de leche, “no hay negociación posible, simplemente hay una imposición” y “30 euros es una bajada enorme”. Si bien reconoce que los costes han bajado por el descenso del precio del cereal, hay otros como el de personal que se mantiene.
Un 53% menos de granjas de vacuno de leche en la última década
La falta de relevo generacional es uno de los problemas del sector primario que se agudiza aún más en el vacuno de leche por la falta de rentabilidad y la incertidumbre, incluso a jóvenes que comenzaban con ilusión han tenido que cerrar sus granjas porque no le salen las cuentas, desde 2015, relata Aláiz, las explotaciones han bajado un 53% en Castilla y León donde quedan alrededor de 700 y “la tendencia va a ser, evidentemente, a seguir bajando, por qué, por dos razones porque te encuentras con que los costes como hemos dicho son enormes y el precio baja pero también con una indefensión ante la que no podemos hacer nada para que no nos bajen”.
«Entonces, se pregunta, el máximo responsable de la Asociación Láctea Empresarial, cómo va un ganadero a recomendarle a su hijo que continúe la tradición cuando van a “seguir bajando sistemáticamente el precio o van a hacer contigo lo que estimen oportuno, hay muchas leyes, como la de la cadena alimentaria, pero da igual porque los contratos son una mera trampa, un mero trámite porque para qué sirve un contrato si no le puedes negociar para nada porque todas (las industrias) hacen lo mismo” y, por tanto, “no puedes planificar inversiones, no puedes planificar nada porque no sabes lo que va a ocurrir”.
Más bajadas en verano
Los contratos que comienzan el 1 de abril tienen una duración de tres meses, de media les pagarán 30 euros menos por tonelada de leche, pero Aláiz teme que “salvo que exista un problema gordo en cuanto a climatología u otro problema puede volver otra vez a bajar dentro de tres meses porque pueden hacerlo”.
Sin embargo, reflexiona, “en el lineal no ha bajado, ni bajará y no es que yo quiera que bajen el lineal porque creo que tiene un precio razonable”, pero considera que no tiene lógica que si “estábamos cobrando la leche a 600 euros la tonelada y se vendía a un euro y algo el litro y ahora se sigue vendiendo a un euro y algo el litro y la estamos cobrando o la vamos a cobrar a menos de clientes no ha bajado nada”
Hace algo más de un mes la Audiencia Nacional confirmó una multa millonaria, a cinco industrias lácteas
por pactar los precios en el conocido como ‘cártel de la leche’, no cree que eso se haya vuelto a producir, pero la realidad, denuncia Aláiz es que “sigue ocurriendo los mismo».
«A lo mejor no se juntan y no dejan pruebas del tema, pero sigue ocurriendo exactamente lo mismo, hablas con cualquier ganadero que entregue la leche a distintas empresas y verás que la bajada es de 30 euros y tú hablas con cualquier ganadero, coges una un contrato de un ganadero, lo vidas detenidamente lo aplicas, con las calidades y verás que te sale el precio similar en un caso que en otro, aunque el contrato ponga cosas diferentes”, destaca Fernando Aláiz.
Una situación que viven los ganaderos de Castilla y León y que también denuncian estos días sus homólogos gallegos donde las bajadas rondan entre 2 y 4 céntimos por litro.
