La Unión de Campesinos de Segovia (UCCL) ha expresado su preocupación por el estado de la cabaña ganadera en la provincia, tras la campaña de vacunación contra la enfermedad de la lengua azul y los efectos precedentes de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica. Este colectivo agrario critica la rigidez de las normativas de sanidad animal tanto a nivel europeo como estatal, que en casos como el de la lengua azul, obligan a vacunar todo el ganado en áreas donde no se ha registrado ni un solo caso de la enfermedad.
Un calendario de vacunación controvertido
Durante enero y febrero, Segovia ha sido escenario de una intensa campaña de vacunación contra la
lengua azul, afectando a bovinos y ovinos por igual. La UCCL se ha mostrado crítica con la obligatoriedad de esta medida, especialmente dadas las exigencias logísticas que conlleva: el ganado debe ser encerrado dos veces, una para la vacunación inicial y otra para la revacunación a los 21 días. Esta situación ha ocasionado la paralización de los saneamientos oficiales por mes y medio, complicando aún más la ya ardua labor de los ganaderos.
Reacciones adversas y complicaciones sanitarias
La vacunación, aunque avanzada en un 70/75% de la cabaña en la provincia, no ha estado exenta de efectos secundarios. Se han reportado reacciones adversas en los animales vacunados, incluyendo abortos, partos prematuros, y terneros nacidos débiles, provocando bajas significativas en algunos casos. Además, la incompatibilidad de la vacuna con medicamentos comúnmente utilizados en el tratamiento de patologías habituales en el ganado, como penicilinas o ivermectinas, representa un desafío adicional para el manejo sanitario en las explotaciones.
Exigencias de la Unión de Campesinos de Segovia
Ante esta situación, la UCCL demanda a las autoridades competentes un seguimiento detallado de los efectos de la vacunación para poder evaluar de manera precisa los daños ocasionados. Asimismo, insta a exigir a las empresas farmacéuticas mayor transparencia e información sobre los efectos secundarios de las vacunas, incluyendo las incompatibilidades medicamentosas, información que a menudo no se encuentra disponible en los prospectos o fichas técnicas de los productos.
Entre la prevención y la protección
La campaña de vacunación contra la lengua azul en Segovia pone de relieve la tensión existente entre la necesidad de prevenir brotes de enfermedades en el ganado y las repercusiones de las medidas preventivas sobre el bienestar animal y la gestión de las explotaciones. La UCCL aboga por un enfoque más flexible y adaptado a la realidad de cada región, que no comprometa la viabilidad de las granjas ni la salud de los animales.
La vacunación obligatoria contra la enfermedad de la lengua azul en ganado, implementada en diversas regiones, incluida Segovia, ha suscitado un amplio debate entre los ganaderos y las autoridades sanitarias. Esta medida preventiva se justifica por el potencial impacto devastador de la enfermedad, transmitida por vectores como mosquitos, que afecta principalmente a ovinos, bovinos y caprinos, provocando síntomas graves y, en ocasiones, la muerte de los animales.
Sin embargo, la obligatoriedad de la vacunación ha planteado retos significativos para los agricultores y ganaderos. Estos incluyen la logística de vacunar a toda la cabaña, los costes asociados y las interrupciones en las rutinas de manejo del ganado. Además, se han reportado efectos secundarios en algunos animales vacunados, como reacciones adversas, complicando aún más la situación.
Los ganaderos demandan flexibilidad en la aplicación de estas normativas y un mayor apoyo para mitigar los impactos negativos. La colaboración entre las autoridades sanitarias y las comunidades agrarias es crucial para encontrar un equilibrio entre la protección de la salud animal y el sostenimiento de la actividad ganadera.
