En un escenario marcado por la incertidumbre hídrica en la cuenca del Guadiana, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA-UCE) Extremadura ha alzado la voz para solicitar a Agroseguro una ampliación del periodo de modificación de las pólizas de seguro para frutales. La organización agraria alerta sobre la difícil situación que viven los agricultores que, ante la escasez de agua, se ven obligados a contratar seguros sin tener certeza sobre la disponibilidad de riego y, por ende, la producción.
La preocupación se centra en la cuenca del Guadiana, donde la falta de agua en los embalses complica la planificación de los agricultores. La fecha límite para la contratación de seguros es el 31 de enero, y la posibilidad de modificar las pólizas se extiende dos meses a partir de esa fecha. Sin embargo, la incertidumbre sobre la disponibilidad de agua para riego ha llevado a UPA-UCE a solicitar una prórroga de un mes en el periodo de modificación. Esta petición busca dar a los agricultores la oportunidad de ajustar sus seguros de acuerdo con los datos reales de la campaña, una vez disponibles.
UPA-UCE destaca la importancia estratégica de la fruta de hueso para Extremadura, resaltando su valor económico y el empleo que genera. Este sector, altamente profesionalizado y con un nivel de aseguramiento elevado, enfrenta este año una serie de desafíos relacionados con la disponibilidad de agua para riego, elemento crucial para la producción de frutas de calidad.
La demanda de UPA-UCE a Agroseguro
La principal demanda de UPA-UCE a Agroseguro es la ampliación del periodo de modificación de las pólizas de seguro. Argumentan que los agricultores necesitan tiempo adicional para evaluar la situación real de sus cultivos y adaptar sus seguros en consecuencia. Ignacio Huertas, secretario general de UPA-UCE, subraya la preocupación de los agricultores de la cuenca del Guadiana, quienes, al enfrentarse a restricciones en el suministro de agua, se ven forzados a contratar seguros sin certeza sobre la capacidad de riego y, por ende, la producción.
Otro punto resaltado por UPA-UCE es la falta de cobertura ante la sequía en las líneas de seguros de cultivos de regadío, incluyendo la de frutales. A pesar de las reivindicaciones previas de la organización agraria, la sequía no está considerada como un riesgo indemnizable por la caída de la producción en estas pólizas. Huertas advierte que, si se confirman los peores pronósticos, los productores de fruta podrían encontrarse pagando seguros con un alto precio, alrededor de 1.500 euros por hectárea, que no cubrirán la falta de producción debido a la sequía.
UPA-UCE continúa su lucha para que las líneas de seguros de cultivos de regadío incluyan la sequía como un riesgo indemnizable. Argumentan que la sequía es un problema climático que escapa al control del agricultor y, por lo tanto, debería estar cubierta por las pólizas. La organización ha trasladado esta preocupación al presidente de Agroseguro y a la consejería de Agricultura, buscando una solución que responda a las necesidades reales de los productores de fruta en Extremadura.
La solicitud de UPA-UCE refleja la urgencia de adaptar las políticas y medidas de seguro agrícola a las realidades cambiantes del sector. La incertidumbre climática y la falta de agua en la cuenca del Guadiana subrayan la necesidad de una respuesta ágil y efectiva. La organización agraria destaca que la flexibilidad en los plazos y la inclusión de riesgos reales, como la sequía, son esenciales para garantizar que los agricultores puedan proteger sus cultivos de manera efectiva y justa. En última instancia, la solicitud de UPA-UCE no solo aborda las preocupaciones inmediatas de los agricultores, sino que también destaca la importancia de una política de seguros agrícolas que se ajuste a la realidad del campo.
La incertidumbre sobre la disponibilidad de agua para riego y la falta de cobertura ante sequía plantean un riesgo significativo para la contratación de seguros por parte de los productores de fruta en la cuenca del Guadiana. Ignacio Huertas, de UPA-UCE, señala que la falta de respuestas a estas preocupaciones podría resultar en una disminución en la contratación, ya que los agricultores podrían percibir la falta de adecuación de las pólizas a sus necesidades reales.
El sector de la fruta de hueso no solo es esencial para la economía de Extremadura, sino que también desencadena una cadena de impacto social a través de la generación de empleo y el mantenimiento de comunidades rurales. La falta de medidas adecuadas en las pólizas de seguro podría tener consecuencias económicas significativas para los agricultores y para la región en su conjunto, subrayando la necesidad de una respuesta inmediata y proactiva de las autoridades y entidades relacionadas con el seguro agrícola.
La preocupación de UPA-UCE sobre la falta de cobertura ante sequía en los seguros agrícolas ha encontrado eco en la comunidad científica y ambiental. Expertos y defensores del medio ambiente han subrayado la necesidad de integrar el cambio climático y sus efectos en la agricultura en las políticas de seguros. La sequía, como fenómeno cada vez más recurrente, requiere respuestas adaptativas y preventivas para proteger la sostenibilidad a largo plazo del sector agrícola.
Ante esta situación crítica, UPA-UCE hace un llamado a la colaboración entre los actores clave, incluyendo Agroseguro, autoridades agrícolas y representantes de los agricultores. Un diálogo abierto y proactivo es esencial para encontrar soluciones que aborden las preocupaciones actuales y sienten las bases para políticas de seguros agrícolas más resilientes y adaptativas. La colaboración en la toma de decisiones puede ayudar a diseñar medidas que reflejen las realidades cambiantes del clima y aseguren la estabilidad económica de los agricultores en el largo plazo.
La solicitud de UPA-UCE no solo destaca los desafíos inmediatos que enfrentan los agricultores de fruta en la cuenca del Guadiana, sino que también resalta la necesidad urgente de reformas en las políticas de seguros agrícolas. La adaptación a las condiciones climáticas cambiantes y la inclusión de riesgos reales en las pólizas son cruciales para mantener la sostenibilidad y la prosperidad del sector agrícola. En última instancia, la colaboración y el diálogo entre todas las partes interesadas son fundamentales para forjar un camino que garantice la protección efectiva de los agricultores y el desarrollo sostenible de la agricultura en Extremadura.
