Unió de Pagesos calcula que los ganaderos han perdido casi siete euros por cerdo en el 2022 por el aumento desmedido de los costes

Agronews Castilla y León

12 de enero de 2023

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Unió de Pagesos estima que los ganaderos catalanes han perdido 6,82 euros de media por cada cerdo llevado al matadero en 2022 (en julio, la pérdida era de hasta 12 euros por cerdo), en un año marcado por un aumento desmedido de los costes de producción (pienso, energía y combustible), con un incremento de la gestión administrativa por parte de los productores por las nuevas normativas y la preocupación por la expansión de la Peste Porcina Africana (PPA) en Europa.

El sector ha sufrido una disminución de la oferta, entre otras cuestiones, por la reducción de la producción porcina en el norte de Europa (Alemania y Países Bálticos) y en los Balcanes debido a los focos declarados de Peste Porcina Africana ya la reducción de la cabaña en Holanda, hechos que han contribuido a incrementar los precios de venta ya amortiguar, en parte, las importantes pérdidas económicas de principio de año.

Unió de Pagesos advierte que si bien los precios de lonja de 2022 han aumentado un 17% respecto al año anterior el pienso se ha visto incrementado en un 37%. Este coste supone aproximadamente el 70% del total de costes de producción de las granjas porcinas de Cataluña, según SIP Consultors.

En 2022, el precio medio de lonja Mercolleida fue de 1,51 €/kg vivo (en 2021 fue de 1,25 €/kg vivo), con un máximo de 1,72 €/kg vivo cinco semanas seguidas, de la 36 a la 40. Pero el precio global del pienso fue entre 329 €/tn en enero y 423 €/tn en noviembre, cuando en 2021 fue entre 279 €/tn en enero y los 323 €/tn en diciembre .

Cataluña sigue siendo la región más exportadora, con un 55% del total, seguida de Aragón con un 21%. Las exportaciones de carne de cerdo de España se han incrementado un 3,7% respecto al año anterior, tanto por las exportaciones a países terceros (+4,5%) como por el aumento de las intracomunitarias ( +2,3%). China, pese a sufrir un descenso del 10% respecto a 2021, sigue siendo el principal comprador, con un 39% del total, pero lejos del 55,6% del año pasado. Las importaciones se incrementaron en Francia un 2,1%, Filipinas (+20,1%), Polonia (111%), Chequia (+12%), Reino Unido (+97%) y Bulgaria (+3,4) %).

Unió de Pagesos valora que estas cifras en exportación se han logrado gracias al estatus de país libre en enfermedades de declaración obligatoria, a la oferta de una carne y derivados de calidad ya un precio competitivo. En este sentido, el sindicato recuerda que es necesario seguir siendo cuidadosos con las medidas de bioseguridad en las granjas y mantener un equilibrio entre las plazas de madres y el engorde.

En cuanto a la expansión de enfermedades como la PPA (que no afecta a las personas) y que muchas veces se transmite a través del jabalí, con poco margen de control por parte del ganadero, aunque España está libre de la enfermedad, Unió de Pagesos ha pedido al Ministerio y la Generalitat una mayor vigilancia en el movimiento de animales y un control exhaustivo de la población de jabalíes.

El sindicato insta a que se informe a ganaderos, integradoras y cazadores, especialmente, de la importancia de controlar la fauna salvaje ante la expansión de la PPA en Europa. También reclamó la regionalización, en caso de que se declarara al Estado, es decir, acuerdos con terceros países que permitiría la comercialización de productos de las zonas libres de la enfermedad.

En cuanto a la normativa para reducir las emisiones, Unió de Pagesos pide que se evalúen las diferentes MTD (Mejores Técnicas Disponibles) que deben implantarse en las granjas teniendo en cuenta las condiciones de Cataluña y sus costes actualizados por poder tomar las decisiones más acertadas a la hora de realizar las inversiones.

Por su parte, el sindicato reclama a las administraciones la simplificación de los trámites para aliviar las cargas burocráticas de los ganaderos, así como medidas de apoyo para el sector, tanto para las granjas integradas como para las no integradas, ya que todas ellas han sufrido un importante incremento en los costes de la energía. Las granjas de porcino integrado, un 80% del sector productivo, fueron excluidas de las ayudas destinadas a paliar las consecuencias económicas de la guerra de Ucrania.



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