Tecnologías emergentes en agricultura y oportunidades de innovación

Agronews Castilla y León

25 de marzo de 2024

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La innovación en el sector agrario es uno de los retos más importantes a los que se enfrentan los países. De hecho, la población mundial aumenta progresivamente (alcanzará casi los 10.000 millones en 2050) provocando una erosión nada desdeñable de los recursos, por no hablar de los problemas derivados del cambio climático (calentamiento global y fenómenos meteorológicos extremos) que repercuten notablemente en la producción.
En definitiva, es fundamental impulsar la revolución digital también en el sector de la agricultura (Agricultura 4.0); gracias a ella, de hecho, se pueden alcanzar varios objetivos: hacer más eficientes los procesos de producción, aumentar los rendimientos, reducir el despilfarro de recursos, reducir el impacto medioambiental, hacer más cómodo y seguro el trabajo de los distintos operadores, hacer trazable la compleja cadena agroalimentaria, proporcionar a todos los consumidores potenciales productos seguros y cuantitativamente suficientes.

Desarrollo tecnológico de maquinaria agrícola

La introducción de tecnologías avanzadas en la agricultura tendría relativamente poco sentido si no fuera seguido por  una innovación de la maquinaria agrícola que, recordemos, sigue siendo el eje principal de toda explotación del sector agrario.
Desde este punto de vista, afortunadamente, los avances han sido notables, no sólo en términos de rendimiento, sino también de sostenibilidad medioambiental, una cuestión cada vez más prioritaria.
Hoy en día, las explotaciones agrícolas tienen a su disposición tractores, cosechadoras y máquinas henificadoras capaces de interactuar con los sistemas de agricultura inteligente más sofisticados, la agricultura de precisión.
Las máquinas agrícolas de última generación son básicamente una mezcla de potencia, eficacia, precisión, confort, seguridad y diseño.

Las nuevas tecnologías en la agricultura: ¿cuáles son las principales?

La agricultura moderna empieza a utilizar cada vez más herramientas como sensores climático-ambientalesdronesrobotssistemas de geolocalización y tecnologías como Internet of ThingsInteligencia ArtificialBig Data y Cloud Computing.
La utilización de drones, cada vez más imprescindible cuando se trata de grandes extensiones agrícolas, ofrece la posibilidad de vigilar las tierras cultivadas en tiempo real transmitiendo no sólo imágenes, sino también información útil para la toma de decisiones.
También resulta especialmente útil en los campos la instalación de sensores ambientales, gracias a los cuales es posible obtener información tanto de la situación meteorológica como de las necesidades hídricas de la tierra, lo que ayuda a reducir el despilfarro de agua (y, por consiguiente, de dinero).
El uso de robots también es cada vez más común, sobre todo en invernaderos, donde se utilizan para mover cargas pesadas. De hecho, también existen sistemas robóticos que pueden ayudar a los operarios agrícolas en las operaciones de siembra y cosecha.
Resulta entonces crucial el uso de sistemas de geolocalización (GPS), ya que permiten a los operadores conocer en tiempo real la ubicación de las distintas máquinas agrícolas e incluso de los animales (la agricultura no es sólo cultivo, sino también ganadería).
Fundamental para la agricultura moderna es también el uso de tecnologías como el Internet of Things, Big Data,Inteligencia Artificial y Cloud Computing, que son útiles para intercambiar y procesar la enorme cantidad de datos e información proporcionada por algunas de las diversas herramientas mencionadas anteriormente.

En definitiva, las oportunidades para una gran revolución en la agricultura existen y para muchas empresas ya son una realidad y no sólo una aspiración.
Sin embargo, sigue existiendo el reto de hacer que estas tecnologías sean accesibles también a las empresas más pequeñas; no se trata sólo de una cuestión económica, sino también de «familiaridad» con las nuevas tecnologías. Este es un punto que también deberán tener muy en cuenta las distintas instituciones nacionales y europeas que tendrán que promover la formación.



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