«Renovables si, pero no así» así de contundente se muestra COAG Burgos ante la proliferación de macroparques de este tipo de energías.
El aumento en la instalación de parques híbridos y fotovoltaicos ha provocado inquietud en sectores clave de la sociedad. Coag Burgos, una entidad representativa de la comunidad agrícola, ha levantado su voz para expresar un creciente malestar que resuena en los campos y municipios de la región.
La Proliferación de las Energías Renovables: Un Cambio Preocupante
La transición hacia las energías renovables no es un concepto nuevo para Burgos. Durante años, la región ha sido testigo de la coexistencia armónica de infraestructuras dedicadas a la generación de energía eólica y solar con las actividades del sector primario. Sin embargo, recientes desarrollos indican un cambio disruptivo en este equilibrio.
Macroparques híbridos y solares, que abarcan cientos de hectáreas, están siendo propuestos y aprobados en una escala que antes era inimaginable. Lo que inicialmente parecía una marcha hacia un futuro más verde y sostenible ha comenzado a presentar grietas en su fundamento. Las tierras que una vez fueron dedicadas a la agricultura y la ganadería, esenciales para la soberanía alimentaria del país, ahora están en riesgo de ser transformadas en vastas extensiones de paneles solares y turbinas eólicas.
El Impacto en la España Vacía y el Sector Primario
Coag Burgos no se opone a la idea de una transición energética. Por el contrario, reconoce la importancia y la necesidad de adoptar fuentes de energía más limpias y sostenibles. Sin embargo, la preocupación radica en el método de esta transición. La conversión de fincas productivas en macroparques energéticos plantea serias interrogantes sobre el futuro del sector primario y la España rural.
Las consecuencias de esta rápida expansión no se limitan solo al aspecto económico y a la pérdida de tierras agrícolas. La intrincada burocracia y las regulaciones asfixiantes que actualmente pesan sobre el sector agrario contrastan marcadamente con las aparentes facilidades otorgadas a los promotores de estos macroparques. Mientras que granjas y cooperativas enfrentan rigurosos controles ambientales y normativas sobre nitratos y fitosanitarios, los grandes proyectos de energía renovable parecen navegar en un mar de permisividad.
Una Llamada al Equilibrio y la Justicia
La voz de Coag Burgos es clara: sí a las energías renovables, pero no a costa de sacrificar el sector primario y desatender a las comunidades rurales. La entidad aboga por una visión holística que no solo considere el impacto ambiental de las macrogranjas y las industrias, sino que también reconozca y proteja el valor inestimable de las tierras agrícolas.
El debate no es meramente sobre la elección de energía verde sobre los combustibles fósiles. Se trata de cómo esa transición se lleva a cabo, de quién se beneficia y de quién lleva la carga. Coag Burgos insta a un diálogo constructivo que conduzca a soluciones equitativas, sostenibles y que respeten la integridad de todas las partes involucradas.
El camino hacia un futuro energético sostenible está lleno de desafíos y dilemas. La situación en Burgos es un microcosmos de una discusión más amplia que tiene lugar en todo el mundo. La transición energética es indispensable, pero debe ser justa y considerada, asegurando que todos, desde los agricultores hasta las corporaciones, desempeñen un papel en la creación de un futuro más verde. Solo a través del diálogo, la cooperación y la comprensión mutua se pueden encontrar soluciones que respeten tanto el planeta como a sus habitantes.
