En el día de hoy, 30 de diciembre, las organizaciones agrarias ASAJA, Confederación Nacional de Remolacheros, COAG, UPA y AB Azucarera Iberia han firmado el Acuerdo Marco Interprofesional del sector remolachero azucarero para el periodo 2015/2020.
Todas las partes aseguran que este acuerdo «consolida la situción del sector en el próximo lustro», al « definir un escenario estable para los remolacheros ante el reto de 2017 que traerá la desaparición del sistema de cuotas de producción de azúcar de remolacha en el mercado».
Este Acuerdo Marco Interprofesional (AMI) establece un modelo de contratación de remolacha que da garantías de producción, a un precio estable. Además, se va a seguir avanzando en productividad y calidad del cultivo, trabajar por un óptimo abastecimiento de las fábricas azucareras, y proporcionar una relación comercial sólida y duradera entre industria y cultivadores. Tampoco se olvida de los «cultivadores históricos» a los que da preferencia en la contratación.
La organización agraria ASAJA de Castilla y León valora muy positivamente la firma de este acuerdo que ofrece «estabilidad» al sector y que «coloca, de nuevo, a la remolacha como una alternativa rentable en el regadío»
Desde la organización agraria se asegura que en el citado AMI, en el que no ha se ha podido reflejar el precio por un asunto de orden legal, la voluntad de las partes es condicionar el acuerdo a que el productor perciba un precio de garantía de 31,5 euros por tonelada, un suplemento de remolacha sostenible de 2 euros por tonelada para la más próxima a las fábricas y de 0,5 euros por tonelada para la más alejada, así como una pequeña prima vinculada cada campaña al mercado del azúcar. De esta forma, la mayoría de los productores percibirán al menos 33 euros por tonelada de remolacha facturada, que sumadas las ayudas tanto estatales como las regiones que se pongan en marcha, sitúan el valor del producto en 42 euros por tonelada.
Al igual que ASAJA, la Alianza UPA-COAG considera muy positiva la citada firma por la seguiridad y continuidad que ofrece al sector, incluso más allá del 2017 cuando no haya cuotas.
Otro aspecto importante que supone el nuevo AMI es que, por primera vez, se premia la cercanía de la remolacha contratada a la fábrica, que es una medida de futuro para hacerlo realmente competitivo.
Por otro lado, el precio final que perciba el agricultor dependerá en un porcentaje de la cotización internacional del azúcar, por lo que si ésta es alta redundará positivamente en los beneficios finales del productor.