El tiempo caluroso y seco, unido al exceso de precipitaciones en varias partes de Europa durante el verano de 2023, siguió poniendo a prueba la resistencia de los agricultores de la Unión Europea se destaca desde la Comisión. Los rendimientos de diversos cultivos herbáceos y especializados se vieron afectados, las cosechas se retrasaron, aparecieron plagas y enfermedades, y la calidad de algunos productos también sufrió las consecuencias. Al mismo tiempo, ha habido indicios de perspectivas de mercado positivas para el sector agrícola de la UE. Los costes de los insumos, como la energía, los fertilizantes y los piensos, siguieron bajando. Las exportaciones de productos agroalimentarios de la UE recuperaron cierta competitividad, confirmando la posición de la UE como primer exportador mundial.
Publicada hoy por la Comisión Europea, la edición de otoño de 2023 del informe sobre las perspectivas a corto plazo de los mercados agrícolas de la UE presenta las últimas tendencias y perspectivas de los mercados agrícolas.
PRECIOS ALIMENTOS
La inflación mensual de los alimentos empezó a descender desde julio en la UE. Aunque los precios de los alimentos siguen siendo una gran preocupación para los consumidores, esto podría suponer cierto alivio en la demanda de determinados productos. En general, la inflación alimentaria representa casi el 40% de las subidas de precios al consumo. El vino es uno de los productos cuyo consumo bajó debido a la subida de precios, unida al descenso estructural del consumo de tintos. La destilación de crisis, autorizada este verano por la Comisión Europea, está contribuyendo a estabilizar el mercado.
La carne también se ve afectada negativamente por un descenso del consumo debido a los altos precios. La mejora de las condiciones de los pastos, así como la disminución de los costes de los piensos, han supuesto un cierto alivio para los ganaderos. Sin embargo, la producción de carne, con excepción de las aves de corral, podría mantenerse por debajo de la media.
La subida de los precios de los abonos nitrogenados en la UE evitó una escasez generalizada y un menor uso incontrolado de fertilizantes por parte de los agricultores comunitarios. La Comisión ha seguido de cerca el mercado de los fertilizantes y en julio de 2023 puso en marcha el Observatorio del Mercado de los Fertilizantes de la UE.
Cultivos herbáceos
Se prevé que la producción de cereales de la UE en 2023/24 sea un 4,3% inferior a la media quinquenal, situándose en 268,5 millones de toneladas, debido a las adversas condiciones meteorológicas de la primavera y el verano, que afectaron especialmente a la producción de maíz y cebada. El uso de cereales para piensos podría permanecer estable, mientras que el uso de cereales para la producción de biocarburantes quizás siga creciendo (un 12% por encima de 2022/23).
La UE sigue siendo exportadora neta de cereales, sobre todo de trigo. Las exportaciones a Oriente Medio y al África subsahariana han aumentado especialmente en los últimos meses.
OLEAGINOSAS
La producción de oleaginosas de la UE va especialmente bien (un 11% por encima de la media de los últimos cinco años), impulsada por una recuperación de la cosecha de girasol, así como por una mayor recogida de soja.
REMOLACHA
Aunque la prohibición total del uso de neonicotinoides causa algunos problemas a los cultivadores de remolacha azucarera, se espera que aumenten las superficies de siembra, el rendimiento de la remolacha y el contenido de azúcar en comparación con el descenso registrado el año pasado. La producción de azúcar de la UE en 2023/24 se prevé en 15,6 millones, cerca de la media de los últimos cinco años.
La producción de azúcar de la UE en 2023/24 se prevé en 15,6 millones, cerca de la media de los últimos cinco años.
ACEITE OLIVA
La producción de aceite de oliva seguirá siendo baja y no se espera que se recupere totalmente en 2023/24. Los precios seguirán siendo altos, lo que se traducirá en un descenso de las exportaciones y del consumo en la UE. En algunas regiones, los precios son casi 3 veces superiores a la media de 5 años. La estabilidad de las importaciones podría respaldar en cierta medida la disponibilidad en la UE, que, no obstante, seguirá siendo baja.
VINO
Se prevé que la producción de vino de la UE en 2023/24 disminuya en torno a un 6%, debido principalmente al descenso de la producción italiana y española. La demanda de los consumidores, sobre todo de vino tinto, sigue disminuyendo. Los consumidores tienen un menor poder adquisitivo y se decantan por otras bebidas, como la cerveza.
FRUTAS
Afectada por una climatología desfavorable, la producción de manzanas y naranjas registrará una tendencia a la baja similar, con alrededor de un 2% menos en comparación con el año pasado. También es probable que se destine más fruta a la transformación, debido a su menor calidad y a los mayores costes de almacenamiento.
LECHE
Las entregas de leche de la UE se mantienen bastante estables y se estima que aumentarán un 0,3% en 2023. Los precios de la leche cruda de la UE llevan bajando desde principios de año. Aunque los costes de la energía, los fertilizantes y los piensos empiezan a disminuir lentamente, siguen siendo elevados, lo que se traduce en márgenes estrechos para los productores de leche de la UE.
Las entregas de leche de la UE se mantienen bastante estables y se estima que aumentarán un 0,3% en 2023
Se prevé que en 2023 la producción de queso sea un 1% superior a la del año pasado. Es probable que la moderación de la inflación alimentaria en la UE repercuta positivamente también en el consumo interno (+0,2%). Más allá de las expectativas, aumenta la producción de productos lácteos frescos (nata y leche de consumo). Como es poco probable que las exportaciones de la UE aumenten debido a la disminución de la demanda en China, es probable que los volúmenes adicionales se consuman internamente, mostrando una mayor resistencia al aumento de los precios que otros productos de origen animal.
PRODUCTOS CÁRNICOS
Los europeos seguirán comiendo menos carne. En conjunto, se prevé que el consumo per cápita de carne en la UE descienda un 1,5% en 2023 debido a la inflación de los precios y a la menor oferta en el mercado. El descenso es más acusado en el caso del consumo de carne de vacuno (-3,5%) y de porcino (-5,2%), mientras que el de carne de ave crecerá un 4,3%.
Los precios de la carne de vacuno y de ave se mantienen altos, debido a la menor oferta. Apoyada por una producción recuperada, la carne de ave sigue siendo una de las fuentes de proteínas animales más baratas para el consumidor.
Se prevé que la producción de carne de ovino de la UE se resienta de la disminución estructural de la cabaña ovina, la menor disponibilidad de pastos, especialmente en los países mediterráneos, el mayor coste de los piensos y los brotes de viruela ovina en algunos países.
