La Hoguera: Avivando la llama del empleo y la repoblación de Soria

Agronews Castilla y León

23 de junio de 2017

23 de Junio, noche de San Juan. Noche mágica, de hogueras, de saltos… y tradiciones. Castilla y León cuenta con muchas y una de ellas es el conocido Paso del Fuego que se celebra en la localidad soriana de San Pedro Manrique. Un paso sobre cenizas que demuestra la fortaleza de los valientes que se atreven a atravesar los rescoldos y que, paso a paso, consiguen su meta.

Un paso simbólico que podría representar el de sus empresas, las que luchan día a día no solo por salir adelante sino por mantener, a fuego lento, una población como la de las Tierras Altas, una de las comarcas menos pobladas de Europa con un ratio de 0,8 habitantes por kilómetro cuadrado. Allí, en San Pedro Manrique, localidad de 600 habitantes, nació al albor de esta tradicional fiesta la marca LA HOGUERA, industria inicialmente formada por cuatro vecinos que se asociaron para crear, en primer lugar, una granja de cerdos con la que autoabastecerse. Así en después dieron el paso hacia la fabricación de embutidos.

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La apuesta era clara, el empleo, la función social, la de evitar el despoblamiento de un área como el de esta comarca soriana que perdía habitantes a marchas forzadas: “Somos empresas que estamos en zonas muy desfavorecidas, no nos vamos a deslocalizar ni vamos a amenazar a ningún gobierno con marcharnos; por eso creemos que tanto el gobierno central como el autonómico deberían reconocer el valor de empresas como la nuestra” asegura Teo Martínez, gerente de la empresa perteneciente a la Agrupación de Industrias y empresas agroalimentarias VITARTIS.

EN DOS DATOS

  • La empresa factura cada año 26 millones de euros.
  • A nivel productivo La Hoguera trabaja con hasta 3.000 madres a ciclo cerrado.

Él es la segunda generación de esta sociedad que desde 1986 lleva fabricando y transformando embutidos y adobos y, ya en los 90, jamón curado en sus cada vez más amplias bodegas. Además, son pioneros en el sector de la raza duroc con los que se consiguen alimentos de mayor calidad.

También durante esa época inicial se creó la cooperativa Copiso de la que posteriormente saldrían los cerdos cuyos productos después irían hasta sus instalaciones. Todo un proceso de vigilancia, desde el pienso que comen los animales hasta la transformación industrial de los productos cárnicos en la que tienen un total y riguroso control. Y, ojo, hacen hincapié en ello: “La trazabilidad está absolutamente asegurada; todo, desde el campo a la mesa está completamente vigilado”.

Actualmente da empleo a 92 personas de forma directa, plantilla que se ha tenido que adaptar, como reconoce Teo en la conversación con Agronews, a las novedades que piden los clientes: “La gente quiere estar más informada, saber qué compra, qué hay detrás”. Y por eso el presente y futuro en su inversión, en esos productos que pertenecen a la marca Tierra de Sabor, pasa por ir a lo natural, a crear, paradójicamente, un valor añadido gracias a no añadir aditivos químicos.

Apuesta por el etiquetado «transparente»

«Preferimos poner cara y ojos a los alimentos, que sepan que lo que compran es natural»

Esa es una diferencia de esta marca; la otra, la claridad de los envases de sus productos: “Las empresas usan todo tipo de componentes muy baratos mientras que nosotros preferimos poner cara y ojos, que sepan que lo que compran es natural y por ello nuestras etiquetas están muy claras y en letra que se pueda leer bien”.

Y eso, su juicio, se agradece porque, sí, hay público que se puede decantar por el precio. Pero ahora, en esa balanza, prima más la salud: “Se han hecho muchos abusos y ahora el cliente empieza a darse cuenta de que no hay que ir a lo light si esto tiene más química, sino ir hacia lo natural, sin restringir comida e ingiriendo de todo en su justa proporción”, explica el gerente.

Ahora los formatos de sus chorizos, salchichones, jamones… son más pequeños pero así se adaptan a las cada vez más pequeñas familias. La renovación está a la orden del día: “Cada cinco años el mundo es nuevo, quien no esté abierto al cambio no tiene futuro” reconoce. Y eso hace La Hoguera, luchar por el futuro sin olvidar el pasado, consiguiendo generar empleo en tiempos de despoblación. Avivando la llama de la repoblación. De la vida.

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