La disponibilidad de chopo como materia prima para la industria maderera se enfrenta a un escenario de escasez, según el inventario publicado por la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (SOMACYL). Esta comunidad cuenta con 44.259 hectáreas de choperas de calidad, el 67% del total nacional. El sector del chopo genera 4.500 puestos de trabajo, la mayoría en el entorno rural.
Y este problema será aún más grave si se aplican definitivamente las restricciones de la CHD en su Plan Hidrográfico a las plantaciones de chopos prohibiendo plantar en Dominio Público Hidráulico. Esta medida supone la pérdida de 5.000 hectáreas de choperas (más del 10% de la superficie de choperas de la región), y el sector estima las pérdidas económicas en 23 millones de euros y cerca de 1.200 puestos de trabajo.
Esta situación de escasez no tiene solución a corto plazo. Según Bosques y Ríos, la mayor empresa privada de España en gestión de choperas, “nos enfrentamos a un grave problema de escasez como consecuencia de las malas decisiones tomadas hace 15 años. Ahora nos toca trabajar para no volver a tener este problema en el futuro. El sector forestal requiere de una visión estratégica a largo plazo y debemos plantar hoy la materia prima del futuro“.
En este sentido ha surgido recientemente la plataforma + chopo ¡sí!, un movimiento para unir a entidades locales, propietarios de terrenos, empresas del sector y todos los agentes implicados que sufrirán las consecuencias de las prohibiciones de la CHD para el cultivo de chopos. “Apoyamos este movimiento y todas las iniciativas que promuevan el cultivo del chopo; si permitimos que se pongan trabas a las plantaciones en vez de fomentarlas como nos dicen las directrices europeas estaremos cometiendo un grave error. Dejaremos de cultivar una madera que el mundo necesita y volveremos a encontrarnos con problemas de escasez dentro de unos años, con las pérdidas de empleo y riqueza que esto conllevará para las zonas rurales.
Para Bosques y Ríos es necesario un impulso por parte de las administraciones locales, nacionales y europeas para fomentar el cultivo del chopo: “las choperas son auténticos sumideros de carbono (cada hectárea absorbe 300 toneladas de CO2 durante su ciclo de vida), son una fuente de materia prima renovable, contribuyen al objetivo de que la economía europea sea neutra en emisiones en 2050, ayudan a laminar las avenidas y evitar la erosión frente a las inundaciones, hacen de filtro verde absorbiendo gran parte del exceso de nitratos proveniente de la agricultura antes de que lleguen al río, funcionan como corredores ecológicos en paisajes eminentemente agrícolas, además de combatir la despoblación de nuestros pueblos generando empleo y riqueza”.
La citada empresa ha plantado este año 320 nuevas hectáreas que el año próximo esperan aumentar hasta 500. Actualmente gestionan 1.700 hectáreas de choperas; 1.100 en la Cuenca del Duero y 600 en la Cuenca del Ebro. La compañía ha firmado recientemente un acuerdo de colaboración con la Escuela de Ingeniería Agraria y Forestal (EIAF) de la Universidad de León en su Campus de Ponferrada. Este convenio prevé el desarrollo de herramientas tecnológicas que ayuden a impulsar y a mejorar la cadena de valor del sector del chopo. También firmó anteriormente un acuerdo con el INIA para colaborar en la búsqueda de mejores variedades y técnicas selvícolas que permitan fortalecer el sector y ayudar a tener una populicultura sana, productiva y resiliente.