El canal Toro-Zamora ha dado por concluida la campaña de riego de este año que comenzó el pasado 30 de abril y finalizó el 30 de septiembre. El balance según el presidente de la infraestructura de riego, Pedro Pablo Ballesteros ha sido “normal ya que partíamos de unos inicios negativos totalmente, aunque hemos sacrificado cada uno mucho en las explotaciones y, a la hora de sacrificar, me refiero a que hubo que hacer cambios de no poder destinar la tierra a cultivos de regadío de verano que son los que realmente producen para poder amortizar sobre todo la carga económica que tenemos de la modernización y bueno, pese a todo esto, pues se puede decir que hemos hecho una campaña tranquila y que se han cumplido los objetivos que la Confederación nos marcaba a los inicios de las primeras juntas de explotación”.
En este sentido, a pesar de la finalización de la campaña los regantes solicitaron a la Confederación “poder regar porque tenemos dotación ya que no la hemos agotado”. Pedro Pablo Ballesteros recordó que la dotación asignada de 3.500 metros cúbicos “nos permite solicitar riegos puntuales para determinados cultivos”. En este punto, señaló que cultivos como la remolacha “precisan más agua en las primeras semanas de octubre para favorecer su desarrollo vegetativo”.
No obstante el presidente del canal ha recordado que “por tercer año consecutivo, las comunidades de regantes que formamos parte del sistema Pisuerga-Bajo Duero nos hemos visto afectadas por restricciones en la cantidad de agua concedida, por lo que hemos pedido a la Confederación Hidrográfica del Duero que también realice un esfuerzo e incremente en, al menos 1.000 metros cúbicos por hectárea la dotación para las próximas campañas, esto hubiera sido muy bueno porque hablando de modernización hubiera sido la repera e incluso realizando por inundación también habría sido muy bueno, pero la CHD se puso un poco de perfil y nos dijo que no”
Por otra parte, Ballesteros destacó el esfuerzo de los regantes que han tenido que adaptarse no solo a la limitada dotación de agua, ya que también han tenido que hacer frente a un año “muy crítico por la reforma de la PAC ya que ha repercutido negativamente sobre aquellos comuneros que son propietarios de pocas hectáreas ya que les impide repetir cultivos”.
En este punto arremetió contra la reforma de la PAC al considerarla “agresiva” con el actual sistema agrícola de producción e instó a las instituciones competentes a que explicaran a los agricultores que cultivos deberían sembrar para obtener una rentabilidad que les permitiera mantener su actividad.
