La Alianza UPA-COAG denuncia, a través de un reciente comunicado de prensa la extrema carga burocrática que deben asumir los ganaderos de Castilla y León y que cada
día crece más sin que se dé una solución a un problema endémico que hace que se pasen más tiempo «entre papeles» que cuidando de los animales en las granjas.
Desde la OPA se recuerdan algunas de las ingentes gestiones que se ven obligados a realizar los profesionales que todavía se dedican a esta actividad como la nueva norma en relación a la recogida de cadáveres, donde tienen que ser ellos mismos los que ahora cumplimentan el resguardo del animal retirado necesario para actualizar el libro de registro de explotaciones, algo que supone, según la Alianza, un quebranto para no pocos ganaderos que se ven obligados a descargarse o a imprimir informes desde sus propios terminales tecnológicos, siendo esta tarea prácticamente imposible en algunos casos.
En este sentido , UPA – COAG reclaman que sean los funcionarios de las unidades veterinarias los que asuman parte de esta burocracia, muy sencilla para ellos pero que complica la ya difícil labor profesional de los ganaderos.
Desaparición de miles de ganaderos
Otros problemas de calado administrativo que siguen sufriendo los profesionales del sector, denuncian desde La Alianza, son los que hacen referencia a las guías y movimientos de ganado, o los inconvenientes de tener que contar de forma permanente y diaria con el veterinario de clínica, de reproducción, de calidad y que obliga a los profesionales del sector a dedicarle más tiempo “al papeleo” que a estar pendiente de la evolución de los animales que forma parte de la granja.
«Lo cierto es que la ganadería sufre hoy exigencias normativas que dificultan el trabajo de miles de explotaciones que se encuentran en zonas especialmente desfavorecidas
y de montaña. Lo que podrían parecer simples tramitaciones electrónicas se convierten en problemas diarios con numerosas gestiones en zonas donde la tecnología en forma de internet no ha llegado aún o lo hace con enormes problemas», aseguran fuentes de la Alianza UPA – COAG en un comunicado de prensa remitido a los medios de comunicación.
La Alianza UPA-COAG recuerda que son las granjas pequeñas y medianas, gestionadas por autónomos, empresas familiares en realidad, las que más sufren esta situación. En este sentido, exigen que se aplique el sentido común ante tantas imposiciones y obligaciones que duplican el papeleo sin aportar beneficios reales. De tal forma que, la propia Administración autonómica, a través de las unidades veterinarias o secciones agrarias comarcales, debería asumir la tramitación de infinidad de gestiones administrativas.
La ganadería de Castilla y León sufre una fuerte crisis, recuerdan desde la Alianza UPA – COAG, que ha provocado miles de cierres de explotaciones vacunas, ovinas y caprinas debido no solo a una acentuada reestructuración que soportan sino también por una grave falta de relevo generacional por las enormes dificultades que afronta esta actividad, y que es un problema sobre el que los ganaderos llevan advirtiendo en los últimos meses con tantos actos de protesta en la calle.
“Castilla y León no puede permitirse perder más ganaderos y ganaderas, por lo que reclamamos un plan de apoyo a la ganadería que racionalice las normativas y que proteja a esta profesión, absolutamente imprescindible para la soberanía alimentaria de nuestra comunidad autónoma y de nuestro país”, concluyen desde la Alianza UPA-COAG.
