ASAJA Castilla-La Mancha ha emitido sus primeras estimaciones para la próxima temporada de cosecha de aceituna en la región, y los resultados reflejan un panorama desafiante. Según los técnicos de la organización agraria, se espera una cosecha corta, que será entre un 20% y un 30% menor en comparación con una temporada normal. Aunque esta cifra representa un aumento del 10% al 15% en comparación con el año anterior, cuando se obtuvieron aproximadamente 66,655 toneladas de aceite de oliva en la región, sigue siendo una cifra significativamente más baja en comparación con las temporadas anteriores.
El inicio de la recolección de aceituna, que se espera para mediados del próximo mes, dependerá en gran medida de las condiciones climáticas. Aunque en algunas comarcas ya ha comenzado el proceso de «verdeo,» la campaña se presenta con marcadas diferencias en cuanto a producción y calibres. Se espera que el olivar de regadío comience a ser cosechado antes, mientras que los agricultores que dependen de la lluvia tienen la esperanza de que las precipitaciones mejoren los rendimientos y el calibre de las aceitunas.
PRODUCCIÓN DE ACEITUNA
José María Fresneda, presidente de ASAJA Castilla-La Mancha, destacó que, más allá de la cantidad de aceitunas que se recojan, los olivareros enfrentan un desafío considerable en términos de costos de producción. Los altos precios de los combustibles y el equipo agrícola se han sumado a los costos ya existentes, lo que pone en riesgo la rentabilidad de muchas explotaciones. En segundo lugar, Fresneda señaló la preocupación por los posibles robos en las explotaciones olivareras. Con los precios del aceite de oliva en alza, el valor de las aceitunas destinadas a la molturación se ha convertido en un objetivo para los ladrones. ASAJA ha pedido a las autoridades un aumento en la vigilancia para prevenir robos y un control riguroso de la trazabilidad de las partidas de aceitunas.
En cuanto a la producción provincial, en Albacete, la reciente lluvia ha mejorado las expectativas en la Sierra de Alcaraz, donde se espera un aumento del 20% al 25% en la cosecha en comparación con el año anterior. En Ciudad Real, los técnicos informan que la situación es desigual, con algunas áreas con altos rendimientos y otras con escasa aceituna. Se prevé que la producción alcance entre 40,000 y 43,000 toneladas de aceite. En Cuenca, a pesar de la sequía, se anticipa un aumento de la producción gracias a las lluvias recientes, estimándose alrededor de 4,000 toneladas de aceite de buena calidad. Guadalajara espera un aumento del 10% al 15% en comparación con el año anterior, pero una disminución del 40% al 50% en comparación con una temporada normal. Finalmente, en Toledo se espera un ligero aumento en la producción en comparación con el año anterior, estimándose entre 19,000 y 21,000 toneladas de aceite.
Las zonas más favorecidas son las situadas en la parte oeste de la provincia de Toledo, como Montes-Navahermosa y La Jara, que presentan una producción dentro de la media. Por otro lado, en Montes-Yébenes y las comarcas de Mora y Madridejos-Consuegra, se espera una producción significativamente inferior a la media, aunque las lluvias de septiembre han favorecido el desarrollo del fruto, lo que podría resultar en un rendimiento superior en comparación con la temporada anterior.
En resumen, aunque las estimaciones reflejan una temporada de cosecha de aceituna desafiante en Castilla-La Mancha, los agricultores están preparados para enfrentar estos desafíos y están tomando medidas para garantizar la seguridad en sus explotaciones y prevenir robos. Las lluvias recientes han mejorado las perspectivas en algunas zonas, lo que podría dar un impulso a la producción en comparación con el año pasado. La flexibilidad y resiliencia de los agricultores de aceituna son esenciales para garantizar la continuidad de esta importante industria en la región.
