La ausencia de lluvias y las temperaturas anormalmente altas para esta época del año están truncando la campaña agraria en Valencia.
La Unió Llauradora i Ramadera ha lanzado un llamamiento urgente a la Conselleria de Agricultura de la Comunitat Valenciana, instándola a tomar medidas decisivas frente a la preocupante escasez de lluvias y las temperaturas excepcionalmente altas que están amenazando la estabilidad del sector agrario en la región.
En una declaración reciente, la organización ha expresado su preocupación por el impacto negativo que estos fenómenos climáticos están teniendo en la rentabilidad de las explotaciones agropecuarias, advirtiendo sobre las pérdidas económicas considerables que están experimentando los agricultores y ganaderos.
Según los datos proporcionados por LA UNIÓ, la situación se agrava con cada campaña agrícola, y en algunas áreas, la escasez de agua ha llegado a un punto crítico donde se están utilizando métodos extraordinarios, como el suministro de agua mediante cubas, para mantener el ganado. Ante este panorama preocupante, la organización ha identificado los pozos de sequía como una herramienta crucial para mitigar la crisis hídrica de manera inmediata.
Escasas lluvias
En este sentido, LA UNIÓ ha urgido a la Generalitat a emprender un exhaustivo proceso de localización y revisión de todos los pozos de sequía en la región. La finalidad de esta iniciativa es evaluar el estado y la eficacia de estos recursos hídricos adicionales, asegurando que estén en condiciones óptimas para su utilización en momentos de escasez como los actuales. Además, la organización ha solicitado medidas de mantenimiento preventivo y reparaciones necesarias para garantizar el funcionamiento inmediato de estos pozos cuando sea necesario, evitando así retrasos que podrían agravar los daños a los cultivos por falta de agua.
Otro aspecto crucial abordado por LA UNIÓ es la necesidad de legalizar todos los pozos de sequía existentes, con el objetivo de proporcionar una base legal sólida para su uso y prevenir posibles complicaciones legales en el futuro. Esta medida, según la organización, sería fundamental para asegurar el suministro de agua en las explotaciones agrarias y evitar obstáculos burocráticos que puedan dificultar la gestión eficiente del recurso hídrico.
Asimismo, LA UNIÓ ha instado al conseller de Agricultura, José Luis Aguirre, a proporcionar información detallada sobre la situación de los pozos de sequía en la Comunitat Valenciana, con el fin de planificar un uso eficiente del agua en cada zona y optimizar el riego de acuerdo a las necesidades específicas de los cultivos y las condiciones climáticas locales. En caso de ser necesario, la organización también ha pedido explorar alternativas de abastecimiento de agua para garantizar la sostenibilidad a largo plazo del sector agrario.
La preocupación por la disponibilidad de agua, ante la falta de lluvias, en la región se ve respaldada por los datos alarmantes sobre el nivel de los embalses en la cuenca del Júcar y del Segura. Según los últimos informes, los embalses en ambas cuencas se encuentran en niveles preocupantemente bajos, con cifras por debajo de la media de los últimos años. Esta situación plantea un desafío adicional para los agricultores y ganaderos valencianos, quienes enfrentan una lucha cada vez más difícil por mantener sus operaciones en un entorno climático incierto y cambiante.
En conclusión, la escasez de lluvias y las temperaturas elevadas representan una amenaza existencial para el sector agrario en la Comunitat Valenciana. Ante esta crisis, LA UNIÓ hace un llamamiento urgente a las autoridades competentes para tomar medidas inmediatas y efectivas que garanticen la disponibilidad de agua para la agricultura y la ganadería, protegiendo así la viabilidad económica de miles de familias rurales en la región.
Además de la preocupación por la disponibilidad de agua, los efectos del cambio climático en la Comunitat Valenciana también están exacerbando otros desafíos para el sector agrario. Las altas temperaturas y la escasez de lluvias no solo impactan en la disponibilidad de agua para riego y consumo animal, sino que también aumentan la incidencia de plagas y enfermedades en los cultivos, así como la pérdida de biodiversidad. Los agricultores se enfrentan a la difícil tarea de adaptarse a estas condiciones climáticas extremas, buscando soluciones innovadoras y sostenibles para proteger sus cosechas y mantener la productividad en un entorno cada vez más hostil.
En este contexto, se hace evidente la necesidad de un enfoque integral y coordinado que involucre a todos los actores relevantes, desde las autoridades gubernamentales hasta los propios agricultores y la sociedad en general. Es fundamental promover prácticas agrícolas más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente, así como fomentar la investigación y la innovación en tecnologías agrícolas que permitan una gestión más eficiente del agua y una mayor resistencia de los cultivos al estrés hídrico y térmico. Solo a través de una colaboración activa y un compromiso conjunto podremos enfrentar los desafíos del cambio climático y asegurar la viabilidad a largo plazo del sector agrario en la Comunitat Valenciana.
