Ante la explosión de las poblaciones de grandes carnívoros, los eurodiputados reunidos en Estrasburgo tienen que votar hoy una resolución conjunta sobre este tema tan candente. A pesar de los dramas cotidianos que se producen en las manadas europeas, se teme que la propuesta que podría votar el Parlamento Europeo resulte una cáscara vacía, con medidas de papel que no responderán a la urgencia de la situación. Para los ganaderos europeos, está claro que cualquier propuesta que no incluya el artículo 19 de la directiva Hábitat, que ya tiene 30 años, impedirá cualquier gestión eficaz de las poblaciones de grandes carnívoros.
El último informe de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) clasifica como de menor preocupación tres de las nueve poblaciones europeas de lobo, tres de las diez de oso pardo y tres de las once de lince euroasiático en las poblaciones europeas. Así se señala en la resolución conjunta propuesta por el Parlamento Europeo sobre el tema. Hoy en día es imposible negar que la explosión de las poblaciones de grandes carnívoros en toda Europa es un hecho y una tendencia que se está acelerando.
Lo que la resolución no menciona es que hubo alrededor de 942 ataques de lobos sólo en Alemania en 2020, y 5.085 ataques en España en el mismo año. No señala que en Rumanía se produjeron alrededor de 3.800 ataques de lobos entre 2018 y 2021; con casi 30 humanos muertos por osos en el mismo periodo. Se estima que la población de lobos es de unos 19.000 ejemplares en toda la UE27, y de unos 21.500 en la gran región europea, lo que supone un aumento significativo solo en los últimos cinco años.
Es importante hablar de la coexistencia y de la reintroducción de la biodiversidad en los campos. Es importante hablar de la coherencia de los sistemas de seguimiento y de la cooperación en la elaboración de informes transfronterizos. Es importante hablar de las medidas que pueden disuadir, y de las compensaciones disponibles para aquellos que están siendo constantemente acosados, y es importante hablar del uso de excepciones para adaptarse a las especificidades de los Estados miembros.
Pero con la actual estructura jurídica de la UE, los agricultores y los habitantes de las zonas rurales ni siquiera pueden proteger a sus familias o a sus animales de los ataques. Las medidas que ha propuesto la UE en las últimas décadas no son ineficaces si se tienen en cuenta las escasas y temerosas poblaciones de carnívoros que existían cuando entró en vigor la Directiva sobre hábitats. Estas mismas medidas son ahora en gran medida redundantes, excesivamente costosas, requieren mucho trabajo y son un obstáculo para la reintroducción de otras especies en nuestros campos. La Directiva de Hábitats cumple este año 30 años, y los Estados miembros nunca han pensado en las excepciones como el camino concreto a seguir, sino más bien como vendas en una herida que no deja de crecer.
Esta propuesta de resolución conjunta se olvida de utilizar el único mecanismo disponible en la Directiva de Hábitats: hacer un cambio concreto para que los Estados miembros se hagan cargo de su problema con los grandes carnívoros. El artículo 19 de la Directiva de Hábitats es el único mecanismo por el que se pueden modificar los anexos para garantizar que la gestión de la población se haga de forma segura, legal y eficaz para garantizar la seguridad de nuestros ciudadanos. Pedir el uso del artículo 19 por parte de la Comisión sólo inicia el proceso de que la Comisión examine las cifras de población y posiblemente haga una propuesta de enmienda al Consejo. Si la actual propuesta de resolución no incluye referencias al artículo 19 de la Directiva de Hábitats, entonces esta resolución es una expresión vacía del Parlamento Europeo, con llamadas y peticiones vacías.
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