El consumo de frutas y hortalizas frescas en los hogares de España ha experimentado un descenso del 2% en los primeros ocho meses de 2023 en comparación con el mismo período del año anterior, totalizando 4.608 millones de kilos. Esta tendencia a la baja en el consumo se ha mantenido constante en los últimos años, a pesar de las campañas y esfuerzos por promover una alimentación más saludable. Sin embargo, el gasto destinado a estas categorías ha aumentado notablemente en un 7,4%, alcanzando un total de 9.328 millones de euros en el mismo período.
Los datos más recientes del Panel del Consumo Alimentario, publicados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, revelan que, dentro de esta categoría, las frutas siguen siendo el producto más consumido, con un total de 2.504 millones de kilos, lo que representa una disminución del 2,3% en comparación con el mismo período del año anterior. Las hortalizas ocupan el segundo lugar en términos de consumo, con 1.537 millones de kilos, registrando una caída del 2%, mientras que las patatas frescas se sitúan en tercer lugar, con un total de 586 millones de kilos, lo que supone un incremento del 0,4%.
Entre las frutas más consumidas en los hogares españoles, se ha observado una disminución significativa en el consumo de naranjas, con 412 millones de kilos, lo que representa una disminución del 14,5%. Además, la manzana ha experimentado una reducción del 2,7%, alcanzando un total de 249 millones de kilos. Otras frutas, como el melón, con 180 millones de kilos (-6%), y la fresa, con 96 millones de kilos (-10%), también han experimentado caídas en su consumo. Por otro lado, se ha observado un aumento en la demanda de plátanos, con 407 millones de kilos (+13%), sandía con 275 millones de kilos (+3%), melocotón con 73 millones de kilos (+9%), y albaricoque con 33 millones de kilos (+20%).
FRUTAS
En cuanto al gasto, de los 9.328 millones de euros destinados al consumo de frutas y hortalizas frescas en los hogares durante los primeros ocho meses de 2023, 5.107 millones de euros han estado relacionados con la compra de frutas, lo que supone un incremento del 5% en comparación con el año anterior. Las hortalizas representan un gasto de 3.575 millones de euros, con un aumento del 9%, y las patatas frescas han experimentado un fuerte aumento del 20%, llegando a un total de 646 millones de euros.
A pesar de los esfuerzos por promover el consumo de frutas y hortalizas frescas como parte de una dieta saludable y sostenible, los datos actuales reflejan un descenso continuo en la demanda de estos productos en los hogares españoles. Esto plantea un desafío significativo para alcanzar los objetivos de la Estrategia de la Granja a la Mesa, que busca promover un mayor consumo de alimentos sostenibles y fomentar la transición hacia dietas más saludables. Aunque existe consenso en el ámbito científico y sanitario sobre los beneficios de consumir frutas y hortalizas frescas, la realidad del consumo muestra una tendencia a la baja.
Este retroceso en el consumo plantea preguntas importantes sobre cómo abordar este problema y fomentar hábitos alimentarios más saludables en la población española. La promoción de campañas educativas y la concienciación sobre los beneficios de una alimentación rica en frutas y hortalizas frescas puede desempeñar un papel crucial en la inversión de esta tendencia negativa.
Además, es fundamental abordar las barreras que pueden estar contribuyendo a la disminución del consumo, como el acceso limitado a estos productos o su precio. La colaboración entre los sectores público y privado, así como la promoción de la producción local y sostenible, son estrategias clave para promover un mayor consumo de frutas y hortalizas frescas en los hogares españoles y, en última instancia, mejorar la salud de la población.
El retroceso en el consumo de frutas y hortalizas frescas plantea preocupaciones significativas en términos de salud pública. Estos alimentos son una fuente importante de vitaminas, minerales y fibra, y su consumo regular se asocia con una serie de beneficios para la salud. Las frutas y hortalizas frescas son fundamentales para mantener una dieta equilibrada y prevenir enfermedades crónicas, como enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 y obesidad.
El descenso en el consumo de estos alimentos puede tener consecuencias negativas para la salud de la población española. Promover una mayor ingesta de frutas y hortalizas frescas es fundamental para abordar estos problemas de salud pública y mejorar la calidad de vida de la población. Esto requiere un enfoque integral que incluya educación, acceso a alimentos saludables y estrategias para hacer que estos productos sean más asequibles y atractivos para los consumidores.
La Estrategia de la Granja a la Mesa, una iniciativa de la Unión Europea, tiene como objetivo promover una alimentación más sostenible y saludable. Uno de sus objetivos es aumentar el consumo de frutas y hortalizas frescas en la población europea. Sin embargo, los datos actuales indican que en España, este objetivo está lejos de alcanzarse.
Para lograr el éxito de la Estrategia de la Granja a la Mesa, es necesario abordar las barreras que están contribuyendo al descenso del consumo de frutas y hortalizas frescas en los hogares españoles. Esto podría incluir medidas para hacer que estos productos sean más accesibles y asequibles para la población, así como campañas de concienciación sobre los beneficios de una dieta rica en frutas y hortalizas frescas.
Promover la producción local y sostenible de frutas y hortalizas frescas puede desempeñar un papel importante en la inversión de la tendencia negativa en él.
